Opinión

El despegue económico es el termómetro electoral

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Crédito: Guido Braslavsky.

Terminan las audiencias públicas no vinculantes sobre los aumentos del gas, y se aplicará el nuevo cuadro tarifario, muy probablemente desde octubre.

¿Para qué sirvió todo el ajetreo? Habría al menos cierta racionalidad respecto de los llamados “errores” de semanas atrás -el ajustazo-, y una flexibilización de los aumentos para pequeñas empresas y comercios, que vienen denunciando que con las boletas recibidas no podían seguir adelante con su producción y actividades.

 

 

Despegue 2017

La clave, igualmente, afirman fuentes oficiales, es que la economía despegue el año que viene. Las previsiones son optimistas: el consultor Miguel Bein la estimó en 5%, el ex ministro y hoy referente del massismo, Roberto Lavagna en 4%, y el Presupuesto 2017 enviado al Congreso, en 3,5%.

Oficialistas y opositores ya trabajan sobre estas proyecciones en clave electoral: si las cosas mejoran el gobierno que el año que viene ya no podrá seguir martillando con el mismo efecto con “la herencia recibida”.- tendrá un caballito de batalla para la campaña.

 

 

La economía tendrá impacto electoral, es el análisis que se hace en la “mesa chica” del gobierno macrista, y fue admitido por el coordinador económico del Gabinete, Mario Quintana.

En el Gobierno está latente la disputa por la estrategia electoral, que por varios cuerpos viene ganando el ala técnica al ala política, el marketing sobre el territorio. Los “timbreos” son un ejemplo que divide aguas, un artilugio destinado a la televisión ya que ¿a cuánta gente se puede llegar con ese método?, cuestionan los que reclaman por alianzas territoriales y trabajo para sumar intendentes y referentes.

 

 

“Ring-raje”

Cerca de Emilio Monzó, el macrista titular de Diputados cuyo origen es peronista, sostienen que el timbreo es de “ring-raje” en esta etapa, donde sólo se puede esperar que la gente reclame por las tarifas y pida trabajo, que escasea y cuando lo hay, es de mala calidad. Monzó hizo saber su disidencia en mesa chica, y en los hechos quedó fuera del juego del armado político en la provincia de Buenos Aires. ¿Tendrán que ir por él más adelante?

El credo dominante en el gobierno se ve reflejado en la inversión publicitaria y de recursos en redes sociales.

En los próximos meses se irá viendo si esta estrategia sigue siendo exitosa como lo fue en la construcción del PRO como fuerza de distrito (porteño) y luego en la presidencial. Pero en 2017 no habría la polarización que ayudó a catapultarse al triunfo a los que hoy gobiernan.

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