A horas de la gran final de Gran Hermano, una situación regó de tensión e incertidumbre la Casa con una inesperada crisis que atormentó a Mauricio Guirao, quien estuvo a punto de abandonar el reality.

"Tráiganme las valijas", soltó el participante desde el rincón del Confesionario. Durante la emisión de Intrusos, se vieron imágenes del "Gringo" llorando en un rincón.

La situación exigió la presencia del psicólogo y una charla con Jorge Rial. El conductor lo contuvo y lo convenció para que se quede.

"A mi hermanito le das una remerita que es usada y viene y me dice 'mirá Mau' y es muy feliz. Yo quiero ganar para poder comprarle todo a mi hermanito", explicó Mauricio.

"Me da bronca que la gente piense que vine acá para tener fama. Me gustaría devolverle todo a mi mamá y a que mi hermanito no le falte nada", sostuvo el Gringo desde la Casa. Y agregó; "La plata la hago laburando afuera".