Con retraso de una hora y media, a causa de una descompensación en la salud del imputado Musa Azar, comenzó ayer la primera audiencia del juicio por la Megacausa III de derechos humanos, cuyo inicio marcó una puja entre las defensas técnicas -que querían evitar la realización del debate- y la Fiscalía, que pugnaba porque se rechacen los planteos y el juicio se inicie con la lectura de la requisitoria con la acusación fiscal.

Al comenzar, se dio a conocer la renuncia del abogado Santiago Olmedo a la defensa de su padre, el ex juez Santiago Olmedo de Arzuaga, designándose a la defensora oficial Angelina Bossini para que lo asista, lo que se consideró “una estrategia dilatoria”, ya que la funcionaria requirió el plazo de tres días para conocer la acusación en contra del ex magistrado.

Por su parte, el abogado Moisés Azar Cejas hizo responsable al Tribunal y a la fiscal por la salud de su padre, quien tuvo que ser internado en el hospital Independencia, aunque luego dijo que no tenía problemas de que se lea la requisitoria. La defensa de Cayetano José Fiorini, quien está en Buenos Aires y presenció el juicio por videoconferencia, recusó al Tribunal y también a la fiscal.