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El día que el equipo del Diego perdió en Pinto

El mejor jugador de todos los tiempos, Diego Armando Maradona, no tenía un lindo recuerdo de su niñez, integrando el plantel infantil de Argentinos Juniors, denominado “Los Cebollitas”, enfrentando al equipo de Social Pinto de Santiago del Estero. Es que el equipo del sur provincial le ganó una semifinal en los Juegos Nacionales Evita de 1973, y después en una revancha muy especial, el más grande de la historia del fútbol argentino dos meses más tarde, perdió con los changuitos de Pinto 2 a 1. En esa ocasión, la delegación de La Paternal estuvo una semana en nuestra provincia, y todos recuerdan de la mejor manera estos dos hechos que marcaron una historia para “Pelusa”, y una muy especial para los chicos de nuestra provincia.

 

 

SEMIFINALEn 1973, durante los Juegos Evita, se realizaban las instancias definitivas en Calamuchita, en Córdoba, el equipo de Diego Maradona (tenía 13 años), llegaba presidido con un récord de más 170 partidos invicto, y era dirigido por Francisco Cornejo. Era la categoría infantil de Argentinos Juniors. Toda una sensación. Los Cebollitas alistaron ese día a Altamirano, Lucero, Magliolo, Domenech, Chammah, Márquez, Díaz, Dalla Buona, Duré, Maradona y Delgado. Dice la historia, relatada incluso en la historia de Maradona en El Gráfico, que el partido terminó 2 a 2, donde los chicos santiagueños lo empataron sobre la hora, y ganaron en los penales, y en medio de los alocados festejos de los finalistas, César Ganem se le acercó a Diego y le dijo: ‘No llorés, vos vas a ser mejor que Pelé”, esgrimió con palabras de consuelo, y que se trasformó con el tiempo en una linda anécdota. Ese tan especial partido se jugó el 20 de diciembre, y los chicos de La Paternal, habían goleado a Chaco (6-1), y a Río Negro (4-1), antes de jugar con los santiagueños.

 

La historia dirá que, en 1974, Maradona vuelve a los Juegos Nacionales en Embalse, Córdoba, y ganan Los Cebollitas la final a Misiones, consagrándose campeones argentinos.

 

“Con Los Cebollitas perdimos la semifinal del Campeonato Nacional, en Córdoba. Nos ganó un equipo de Pinto, Santiago del Estero, dirigido por un señor llamado Elías Ganem. Su hijo, César, me vio tan amargado, que se me acercó y me dijo: ‘No llorés, hermano, si vos vas a ser el mejor jugador del mundo...’. Todos creen que me regaló su medalla de campeón, pero nada que ver: se la quedó él y bien ganada que la tenía”, supo narrar Maradona en su libro Yo soy el Diego de la gente. En esa definición de los penales, el golero santiagueño Julio Paz le atajó el penal a Maradona para dar el batacazo inesperado.

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