Oculta entre malezas, en una casa abandonada que es usada como “aguantadero” por delincuentes, la Policía secuestró una motocicleta que fue robada días atrás en La Banda, completamente desarmada. 

Faltaban unos minutos para las nueve de la mañana de ayer, cuando los efectivos de la División Prevención de la Departamental Nº 1 Zona Norte se encontraban realizando un recorrido de rutina por inmediaciones del barrio Tarapaya, de la ciudad Capital. 

Circulaban cerca de una casa deshabitada que está ubicada en el Pasaje 147 del mencionado barrio. Los uniformados divisaron que entre las malezas había bolsas de consorcio de color rosa. Se acercaron a ver de qué se trataba y encontraron que las mismas contenían partes de una motocicleta. Los “guardianes del orden” pudieron establecer que se trataba de partes de una Motomel Skua de 150cc. El motor estaba en una bolsa. Las ruedas y las cachas, en otras. Mientras que en una tercera bolsa estaban el asiento y otras partes del vehículo. De inmediato se solicitó la colaboración pertinente para realizar el procedimiento de rigor. 

Los efectivos de la División Policía Científica realizaron los trabajos de fotografía y planimetría en el lugar del hecho. Según se conoció, el rodado tenía pedido de secuestro por hurto calificado, a requerimiento de la Comisaría Comunitaria Nº 12 de la ciudad de La Banda. 

El vehículo habría sido sustraído a una vecina, desde la vereda de su propiedad. 

Según la información, la “modalidad de moda” en el ambiente delictivo es desarmar el rodado en “caliente” —apenas es sustraído— y luego venderlo por partes a través de las redes sociales o en el mercado ilegal de las “chatarras”. 

Años anteriores, los delincuentes solían robar los rodados y trasladarlos al interior de la provincia, con el fin de venderlos. Pero en los controles policiales los vehículos terminaban siendo secuestrados y el “comprador de buena fe” delataba a su vendedor, quien posteriormente quedaba tras las rejas de un calabozo.