Un terrible caso de acoso y violencia de género ocurrió en pleno Centro capitalino en la tarde del pasado martes. Ocasionales transeúntes fueron involuntarios testigos de la terrible situación y no daban crédito a lo que veían. Ellos fueron quienes solicitaron la inmediata presencia de la Policía, temiendo lo peor para una joven víctima.

La damnificada se domicilia en calle San Martín casi avenida Belgrano, en el microcentro capitalino. 

Eran poco menos de las 19 de ese día y la muchacha se encontraba cerca de su residencia. Vive en un complejo de departamentos que comparten un pasillo común, el cual de a calle San Martín.

La muchacha habría visto en las inmediaciones a su expareja —un sujeto denunciado por ella en reiteradas ocasiones debido al constante hostigamiento y acoso a los que la somete— y, desesperada, intentó huir.

Según relató a este medio un testigo que trabaja en una playa de estacionamiento ubicada en la cuadra donde ocurrió el episodio, la joven entró corriendo y se apresuró en cerrar la puerta que da a San Martín.

Sin embargo, el incalificable sujeto no estaba dispuesto a dejarla ir, y ante la mirada de todos, comenzó a patear la puerta (hecha de chapa), logró derribar un rectángulo de considerable tamaño y por el hueco que quedó en el acceso, se metió para cumplir su cometido.

Se investigaba si llegó a golpear a la víctima, pero la Policía —que llegó minutos después de ocurrida la terrible secuencia— intervino de inmediato y logró inmovilizarlo.

Junto a la bicicleta en la que se movilizaba, la cual arrojó a la calle para salir corriendo en persecución de su exnovia, fue trasladado a la Comisaría Comunitaria Nº 1 donde quedó alojado a disposición de la Fiscalía de turno.