Mientras una pareja de profesionales descansaba, desconocidos ingresaron a su vivienda, quienes sustrajeron la mochila de un contador con 2.000.000 de pesos y la cartera de su pareja abogada. 

Cerca de las siete de la mañana de ayer, un contador de 43 años, residente en el barrio Centro, se levantó para iniciar su jornada laboral. En ese momento, se percató de que en la cocina, cuando quiso preparar el desayuno, no estaba la pava eléctrica. Lo que llamó su atención. 

Posteriormente, el damnificado descubrió que una de las ventanas del comedor, que da a calle Sáenz Peña, estaba abierta. De inmediato, temiendo que había sufrido un robo, se dirigió a su oficina. 

El profesional que trabaja para una empresa local tenía la suma de 2.000.000 de pesos de la entidad y documentación en una mochila. Además, descubrió que los delincuentes le habían sustraído la cartera que sería propiedad de su pareja, una abogada de 40 años residente en el lugar. 

 La letrada indicó que tenía documentación personal, tarjeta de débito y crédito. Los mismos, al radicar la denuncia penal correspondiente en la sede de la Comisaría Comunitaria 1, indicaron que “no sospechan de nadie como los presuntos autores del atraco”. 

Ante la situación, en el caso se dio intervención a la Unidad Fiscal de la circunscripción Capital que dispuso que los peritos de la División Policía Científica realizaran los trabajos de fotografías y planimetrías en el inmueble. 

Al tiempo que los efectivos del Departamento Robo y Hurto comenzaron a tomar testimonios y analizar los videos de las cámaras de seguridad de domicilios particulares, como también de comercio de la zona, con el fin de identificar a los autores.