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El ingenioso sistema de ???suspensión aérea??? que elimina las turbulencias en los aviones

Una nueva tecnología promete poner fin a las turbulencias en los vuelos y, de paso, acabar con los mareos de los pasajeros y recortar radicalmente el uso de combustible producto de las maniobras evasivas de los aviones. Su nombre es Turbulence Cancelling y es el equivalente al sistema de suspensión de un coche, pero en el aire.

 

Creada sobre las investigaciones científicas de la Universidad Técnica de Munich (TUM) y el Instituto Max Planck, el sistema puede predecir y contrarrestar las turbulencias antes de que afecten a un avión. El producto de la investigación conjunta se ha probado con éxito, eliminando por ahora el 80% del movimiento, y se está desarrollando en una nueva empresa alemana llamada Turbulence Solutions.

 

El sistema utiliza sensores como los sensores láser LiDAR para detectar las turbulencias antes de que el avión llegue a ellas. Según la compañía, “la cancelación de turbulencia es una tecnología patentada que estabiliza las aeronaves en el aire turbulento. El principio básico de la tecnología ya es aplicable a las aeronaves de última generación mediante un enfoque innovador de control de vuelo”.

 

Una vez detectadas las turbulencias, el sistema ajusta automáticamente las superficies de control del avión en milisegundos, evitando o minimizando su impacto. Esta tecnología no solo promete vuelos más suaves para mejorar la experiencia de vuelo de los pasajeros, sino también una reducción en el consumo y, por lo tanto, vuelos más económicos: Al reducir la necesidad de maniobras evasivas y cambios de altitud para evitar turbulencias, los aviones no tienen que gastar combustible adicional y pueden volar de manera más eficiente.

 

La tecnología desarrollada por los investigadores se basa en un principio simple pero efectivo: Si puedes prever un problema, puedes evitarlo. El sistema utiliza sensores ópticos que detectan las turbulencias en el aire antes de que el avión las alcance. Imagina que estás en un coche y puedes ver un bache en el camino antes de llegar a él. Si lo ves con suficiente antelación, puedes tomar medidas para no sufrir un impacto innecesario. De manera similar, estos sensores actúan como "ojos" para el avión, permitiéndole "ver" las turbulencias antes de que lleguen.

 

Una vez que los sensores detectan una turbulencia, el sistema ajusta automáticamente las superficies de control del avión. Esto se hace mediante actuadores, que son dispositivos que controlan el movimiento del avión. Los actuadores ajustan las alas y otras superficies para contrarrestar la turbulencia. El equivalente del coche sería ajustar automáticamente sus ruedas y suspensión para pasar por encima sin que sientas el bache.

 

La tecnología tiene un gran potencial para su implementación en aviones comerciales, pero todavía quedan años para que suceda. Aunque se ha probado con éxito en pequeñas avionetas, la integración de estos sistemas en grandes aviones requerirá de soluciones de ingeniería y pruebas exhaustivas que garanticen la seguridad. Además, las aerolíneas tendrán que ver si el coste de implementación y mantenimiento del sistema compensa el ahorro de combustible y el aumento de la comodidad del pasajero.

 

A pesar de estos desafíos, el Dr. Kloker es optimista: "Creemos que esta tecnología tiene el potencial de revolucionar la industria de la aviación", afirma. "No solo puede mejorar la experiencia de vuelo para los pasajeros, sino que también puede hacer que volar sea más eficiente y sostenible".

 

 

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