Un testimonio marcado por el dolor e interrumpido varias veces por el llanto, fue el que brindó ayer Dolores Raquel Suárez, madre de María Soledad Taboada, para la cual pidió que se haga justicia “ya que mi hija era una joven feliz, que nunca tenía un mal día, y sin embargo me la mataron sin razón alguna. No merecía un final así”.

La atribulada progenitora declaró en el juicio seguido a Bernardo Florentino Díaz (a) “Berna”, quien era pareja de la joven que fue ultimada a golpes y puñaladas el 10 de octubre de 2022 en el barrio General Paz.

 “Mi hija sufría violencia”

Dolores reveló que su hija le contó en una ocasión que era víctima de violencia por parte de “Berna”, y que le vio moretones en el cuello, y también sobre los excesivos celos del sujeto, a que no la dejaba ir al gimnasio, salir con sus amigas o vestirse como ella quería. Asimismo, dijo que ella escuchó como “Berna” denigraba e insultaba a su hija con palabras muy despectivas.

Indicó que María Soledad cambió en su forma de ser y de vestir porque “Berna” no la dejaba.

 El hermano testigo clave 

Ayer también atestiguó Cristian Taboada, hermano de la víctima, quien dijo que al escuchar que alguien se estaba ahogando en la casa que compartía María Soledad con “Berna”, por lo que abrió la puerta y vio cuando este le aplicaba cuchillazos. Ante ello él se le arrojó encima para tratar de cubrir a la joven. Aseveró que luego el acusado quería seguir hiriéndola con el cuchillo.

El Tribunal también escuchó los testimonios de  una vecina de María Soledad y de un policía.

El juicio continúa hoy.