Policiales

Viajó a Pozo Hondo, no tenía para pagar $ 12 mil e insinuó abonar ???de otro modo???

Alrededor de la una de la madrugada de ayer, un remisero de 39 años recorría las calles de la ciudad Capital en busca de pasajeros. 

En esa circunstancia, una mujer le hizo señas en la avenida Roca, en inmediaciones del Estadio Único Madre de Ciudades, y solicitó que la trasladara hasta la ciudad de Pozo Hondo, departamento Jiménez. El conductor —domiciliado en La Banda— pensó que había “salvado la noche” y emprendió el viaje de 88 kilómetros. El largo recorrido por la Ruta Nacional 34 hacia el norte se realizó entre charlas banales con la pasajera, hasta que llegaron a destino a las cuatro de la madrugada. La tickera marcó 12 mil pesos el viaje; sin embargo, la mujer le manifestó que no tenía dinero para pagarle. La respuesta generó la enérgica reacción del remisero, ocasión en la que la pasajera le habría insinuado que le abonaría la deuda “de otro modo”. 

Ante esta situación, el remisero decidió conducir hasta el puesto fijo del personal de la Dirección General de Seguridad Vial, ubicado entre los kilómetros 796 y 797 de la Ruta 34, donde se encuentra el empalme con la Ruta 130, donde contó lo sucedido. 

El hecho generó la presencia del personal policial de la Comisaría Comunitaria Nº 26, que advirtió que, hasta ese momento, la pasajera se encontraba alterada, decía que tenía “contactos políticos” y presentaba aliento etílico. Los uniformados lograron calmarla y explicarle la situación por la que el conductor del auto de alquiler había solicitado la intervención de la policía. 

En este sentido, la mujer pidió que se comunicaran con su cuñada. Los efectivos se trasladaron hasta la casa de su familiar política y le contaron lo sucedido. La mujer les dio 12 mil pesos a los uniformados y les manifestó que no podía trasladarse al lugar para hacerse cargo de su cuñada porque tiene un hijo discapacitado que cuidar. Los policías le dieron el dinero al remisero, tras lo cual la pasajera manifestó que le faltaba el celular. Uno de los uniformados marcó el número de la pasajera y se advirtió que estaba entre sus pertenencias.

Alrededor de las seis, el conductor retornó a la ciudad Capital y la mujer fue trasladada a la dependencia policial, donde permaneció hasta que recuperó la lucidez.

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