El País

Una obra de Silvia Leverson en el Ringling Museum of Atr

Una cartera de vidrio con un martillo, zapatos de cristal con pinchos, juegos de té o cafeteras con objetos punzantes, camas con alambres, cada uno de estos elementos forman parte de la propuesta estética de la argentina Silvia Levenson. La artista emigró a Italia con su esposo y sus dos hijos en 1981, durante la dictadura militar en la Argentina. Hoy, sus obras, de fuerte contenido social y político, forman parte de las colecciones de diferentes museos de los Estados Unidos y de otros países. La adquisición más reciente fue “Tea time is back I”, vidrio moldeado en horno (2019), que ya forma parte del Ringling Museum of Art de Florida. Levenson comenzó a trabajar en vidrio durante una visita que realizó a una exposición de Bertil Vallien en Nueva York. A partir de entonces se perfeccionó en esta técnica y sus obras apuntan a temas como la emigración, la represión, la dictadura, o asuntos que vinculan el rol de la mujer en la sociedad. La artista sostiene que su obra es una expresión de su alma, y utiliza el vidrio por su potencial como medio narrativo. Según comentó, estas colecciones remarcan la “incomodidad de ser mujer en una sociedad que se basa en el patriarcado”. Y aseguró que muchas de sus piezas son aparentemente bellas o elegantes, como los vestidos, carteras y zapatos, pero todos son objetos que impiden o bloquean el movimiento. “Es mi respuesta a la exigencia que esta sociedad presenta a las niñas y mujeres, o sea: la de ser bellas, pasivas y obedientes”, reafirmó. Sobre esta temática, su obra “It’s raining knives”, hecha en vidrio fundido; césped artificial e hilo de nailon, forma parte de la colección del Corning Museum of Glass de Nueva York. En 2004 Levenson recibió el Rakow Commission Award otorgado por este museo, y en 2008 fue finalista del Bombay Sapphire Prize. “La mayor parte de mi trabajo está realizado en vidrio -comentó-. Me fascina la ambigüedad de este material, pues usamos el vidrio para protegernos y aislarnos en nuestras casas, pero a su vez sabemos que ese mismo material que nos protege puede romperse en mil pedazos y herirnos. Es una metáfora del corto circuito emocional que se produce entre lo que vemos y lo que sabemos”. La obra de Levenson se ha convertido en una constante en el área de Washington DC. En 2021 formó parte de la muestra colectiva “Walking together. For them and for us” organizada por RoFa Projects y La Morada en el Mason Exhibitions Arlington, de George Mason University, cuya temática fue una denuncia a la violencia contra las mujeres. “Las nuevas generaciones feministas en Argentina y América Latina proponen un feminismo inclusivo, antirracista y de deconstrucción del héteropatriarcado -afirmó Levenson a raíz de esta muestra-. Por eso estoy muy feliz de exponer en RoFa Projects con otras artistas latinoamericanas que producen un arte destinado a sacudir conciencias y a crear cambios en nuestras sociedades. También en 2021, expuso en la Embajada Argentina, a través de RoFa Projects, dos colecciones diferentes. “What Happen with the Kids?”, que explora la vulnerabilidad y la desprotección de la infancia, y “Basta”, un proyecto basado en la reproducción de retratos de mujeres de distintas edades y etnias que llevan impresa la palabra “Basta” en diferentes idiomas, incluidas las lenguas de los pueblos autóctonos. “Basta a la violencia contra las mujeres” es el eje fundamental de esta obra. A esta muestra también se sumaron piezas relacionadas con la vida cotidiana en la que la violencia estaba simbolizada en camas de vidrio con pinchos, zapatos con metales punzantes, y la pieza recién adquirida por el Ringling Museum of Art. Una temática que permanece en su obra y que pone en evidencia el compromiso del arte con la realidad social y política, se plasmó en 2015 cuando presentó la muestra “Identidad Desaparecida” en American University Museum Katzen Arts Center con la colaboración de la Embajada Argentina. Esta exposición itinerante comenzó en la Casa de Las Abuelas de Plaza de Mayo en la Ex Esma de Buenos Aires. Y estuvo dedicada al trabajo que realiza esta organización, enfocada en la recuperación de la identidad de los niños nacidos en cárceles clandestinas que fueron dados en adopción ilegal durante la dictadura (19761983). Después de recorrer varios museos del mundo, actualmente esta instalación formada por 130 vestiditos de vidrio es parte de la colección de Tutsek Foundation en Alemania. Los trabajos de la artista argentina integran colecciones públicas y privadas, y se pueden ver en importantes museos como la Casa de las Américas (Cuba), el Museo de Altare (Italia), el Fine Art Museum (Houston) y el New Mexico Museum of Art de Santa Fé entre otros. 

 

 

 

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