Una familia de Cañuelas, provincia de Buenos Aires, tiene que lamentar el asesinato de su perro, un dogo adulto llamado Gruñón, que fue acribillado a disparos por un vecino que lo vio afuera de su casa.
"Mis (últimas) palabras (hacia el perro) fueron '¿qué hiciste cabezón, por qué te escapaste?' Me miró y dejó de respirar", recordó Emiliano, el dueño de Gruñón, en una charla con el sitio Crónica.
Emiliano y su familia fueron el martes pasado a hacer trámites al sur del Gran Buenos Aires. Una vez concluida su tarea volvieron a su hogar sólo para encontrar a su mascota moribunda en la puerta, con varias heridas que resultaron ser de bala.
La familia culpa a un vecino de la zona, que adujo que Gruñón se había escapado de la casa y lo había mordido por lo que "primero le dio tres tiros, y cuando el perro estaba agonizando, le dio el cuarto en la cabeza y un quinto en el corazón", según le dijo personal de Zoonosis de Cañuelas a Emiliano.
Los perros dogo argentino son animales por lo general incomprendidos, en parte por la crianza que reciben de parte de inexpertos y en parte por el miedo que provocan en el público que no conoce la raza.
"Gruñón era muy bueno, se crio en familia, y nunca mordió a nadie. En mi casa no paramos de llorar", aseguró Emiliano, para quien "el asesino solo tenía un raspón en la mano, que pareciera que se lo hizo con la pata" su propio perro y no la mascota ejecutada.
Para Emiliano, el vecino "pasó caminando y el perro lo rasguño o lo raspó con los dientes" por lo que el hombre "se fue a su casa, que vive a una cuadra y media de la mía, agarró un arma 9 milímetros, viene a toda velocidad con su auto y lo ejecutó".