Ayer, alrededor de las 7 de la mañana, Sandra Bitar, la directora del Jardín de Infantes Nº 104 “Evita” descubrió que el establecimiento había sido blanco de un delincuente que ingresó aprovechando la oscuridad de la noche para sustraer elementos.

Acudió a sede policial e informó que las rejas de una ventana habían sido violentadas y desde el interior del jardín, el ladrón se llevó cinco cortinas, un cuchillo tipo carnicero, 10 leches en polvo, 10 bolsas de galletas y 10 budines, todo ello destinado al consumo de los alumnos de la institución.

Agregó que también rompió las cerraduras de dos armarios y un portón. Quizás más indignante aún sea el hecho de que no conforme con los valiosos bienes que estaba sustrayendo, quiso provocar daños e inutilizar elementos que allí se emplean en beneficio de los niños.

Había doblado la tapa de una olla de aluminio, una espumadera y una cuchara de gran tamaño.

Además, por los restos que halló la directiva en el lugar, supo que el delincuente había comido y bebió gaseosas, y se había armado un "piso" con gomas, sobre el cual colocó una sábana, y allí se habría acostado a dormir. Increíble.

De inmediato, con todos los datos aportados por la mujer, la Policía comenzó a realizar averiguaciones. Horas después, mientras personal de la Comisaría 4ª efectuaba recorridos preventivos, personas que no quisieron identificarse informaron que había "una obra en construcción donde desconocidos habían guardado elementos".

Era en inmediaciones de Reducción y San Martín. Los efectivos ingresaron al predio y constataron que allí estaban las 5 cortinas. Las trasladaron a la antes mencionada seccional para luego restituirlas a la denunciante.

No se descarta la detención del delincuente en los próximos días y habría pistes firmes acerca de su identidad y domicilio.