En plenas vacaciones de primavera, en las que multitudes incontrolables de estudiantes copan las calles, las autoridades de Miami Beach decretaron ayer el estado de emergencia e impusieron un toque de queda en la zona turística, tras dos noches consecutivas de tiroteos que causaron dos muertos y dos heridos.

El toque de queda, que entró en vigor a partir de la medianoche hasta a las 6, se impuso “en respuesta a los dos tiroteos y a las multitudes excesivamente grandes e ingobernables, y para reducir conductas peligrosas e ilegales”, explicó en un comunicado la alcaldía de esta ciudad del sur de la Florida, Estados Unidos.

La administradora de Miami Beach, Alina Hudak, prevé imponer de nuevo un toque de queda, que estará delimitado al barrio turístico de South Beach, entre el jueves 23 y el lunes 26 de este mes, tal como lo propondrá al consejo de la ciudad en una sesión especial hoy, según adelantó el comunicado.

Detalles de los motivos

La medida se impuso tras el intercambio de disparos que se produjo la noche del viernes en una concurrida interacción de South Beach que dejó a una persona muerta y a otra gravemente herida.

A su llegada al lugar de los hechos, los oficiales de la Policía encontraron a dos hombres con heridas de bala. Ambos fueron transportados a un hospital local, donde poco después uno de ellos falleció. La policía detuvo a un sospechoso. Los agentes recuperaron tres armas de fuego en el lugar.