En los últimos días, circuló por varios medios de comunicación que entrar al cine con comida comprada de afuera está permitido. A pesar de que no hay ninguna norma que le prohíba, la mayoría de los cines del país no permiten a las personas hacer valer este derecho.

 El diario Que Pasa Salta realizó un experimento social, donde dos jóvenes intentan entrar a la sala con alimentos de segundas marcas comprados en el supermercado.

A diferencia del alto valor que tiene el combo que ofrece el cine Hoyts ($250), el que armaron los jóvenes costó $67.50. Estaba compuesto por unas papas de segunda marca, dos gaseosas de medio litro y un paquete de galletas surtidas.

La Ley de Defensa de Competencia dice en su artículo 2 que está prohibido  “Subordinar la venta de un bien a la adquisición de otro o a la utilización de un servicio” y la ley de defensa del consumidor entiende a esta práctica como una cláusula abusiva, por lo tanto, si se puede ingresar a la sala con alimentos externos a su empresa.