Durante la primera jornada, Blas Cinalli, uno de los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa se mostró sumamente inquieto y nervioso.
Vestido con chomba verde y barbijo, se cruzó de brazos, se tocó la rodilla, se acomodó la ropa y el barbijo. Se revolvió en su lugar y miró hacia su alrededor en diferentes oportunidades. De todos los acusados es al que más inquieto se puede observar.
De acuerdo a profesionales del lenguaje no verbal, es una clara evidencia de su estado mental: el rugbier se encuentra sumamente preocupado de su casi certera condena, la cual apunta a ser la de reclusión perpetua.
Los otros rugbiersCon barbijos cubriéndoles las caras y en medio de un fuerte operativo de seguridad, Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) llegaron cerca de las 9 esta mañana a los Tribunales de Dolores para ocupar, por primera vez, el banquillo de los acusados.
“Podrían haber ido formales pero eligieron todos un look casual”, dijo a TN Hugo Lescano, Director del Laboratorio de Investigación en Comunicación No Verbal y perito en Lenguaje Corporal del caso Belsunce. Y precisó: “Como si no fuera importante la cita”.
Pese a que todavía no fue el turno de otorgarle a los imputados el derecho a pronunciar sus últimas palabras, hubo algunos gestos que, para los especialistas, hablaron por ellos. En ese sentido, Lescano señaló que la mirada de Viollaz, con las cejas hacia adentro, es un código conocido como UA4 en el lenguaje no verbal que da cuenta de una emoción de enojo.
La mirada de Ayrton Viollaz durante el juicio por el asesinato de Fernando.
Distinto es el caso de Benicelli, remarcó el experto, donde los párpados elevados sugieren que siente miedo, mientras que lo contrario ocurre con los parpados caídos de Lucas Pertossi, que demuestran resignación.
Benicelli a la izquierda y Pertossi a la derecha.
“Las manos en la zona púbica. Es la misma posición que usa la barrera en el giro libre para protegerse del pelotazo”, describió por último Lescano, que interpretó esta postura como un signo de clara “actitud defensiva” por parte de los rugbiers imputados.
Con información de TN