Mauricio Macri se hará nuevos chequeos en su costilla fisurada y definirá en las próximas horas —a más tardar el martes, se afirma— si viaja al Foro de Davos. En el Gobierno se espera que pueda concretarlo y hay mucha expectativa por lo que sería el regreso de un presidente argentino a esa reunión mundial en los Alpes suizos después de 13 años. El último en concurrir fue Eduardo Duhalde, en 2003.
La concurrencia a Davos marca en sí misma el cambio de orientación del gobierno macrista. Néstor Kirchner sacó Davos de su agenda, también en sintonía con la política adoptada entonces por el brasileño Lula da Silva. Su sucesora Dilma Rousseff fue recién en 2014, pero esta vez no concurrirá, como tampoco lo hizo el año pasado.
De elite
El Foro Económico Mundial de Davos, creado en 1971 por un profesor de la Universidad de Ginebra, reúne a la elite de las empresas globales y tiene una mirada liberal de los asuntos económicos mundiales, que es criticada por las izquierdas y los activistas anticapitalistas y antiglobalización.
Macri ha estado en el foro anteriormente, en calidad de alcalde porteño.
Para el Gobierno, la asistencia a Davos busca ser una puesta en escena del “regreso al mundo” tras lo que entienden ha sido la experiencia de aislamiento internacional del kirchnerismo.
La agenda del ahora presidente cuenta reuniones bilaterales con media docena de mandatarios y primeros ministros. Y contactos múltiples con líderes empresarios.
Con Macri estarán la canciller Susana Malcorra; el ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, dispuestos, dicen en el Gobierno, a atender los contactos que no tenga tiempo el presidente, que estará en Davos solamente un día y medio.
Con Sergio Massa
Como se ha anunciado, Macri estará acompañado del diputado y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, en un gesto hacia lo que considera la “oposición responsable”.
Si Macri no va finalmente a Davos por su dolencia, igual viajarán sus funcionarios. Si dar el presente en los Alpes suizos tiene mucho de gestualidad, más concreto respecto del rumbo emprendido será la presentación de la oferta a los fondos “buitre”, antes de que finalice enero.
Un tema pendiente y que seguramente despertará muchas polémicas cuando se conozca la oferta argentina.