La mecánica operativa de la banda narco-criminal que fue desbaratada por la Gendarmería Nacional fue descubierta a partir del secuestro de un cargamento de cocaína. Los efectivos detectaron la carga y tras averiguaciones, determinaron que la droga se dirigía a Tucumán.
En el “Jardín de la República”, los narcos realizaban el acopio de la sustancia que llegaba vía terrestre en caravanas narcos, en las que un “puntero” o “coche guía” alertaba a los traficantes sobre los lugares donde se realizaban los controles viales. El objetivo principal era llegar a destino y cumplir con el cliente, para evitar “rispideces” o enfrentamientos.
Pero una carga no llegó a su principal cliente. La droga fue incautada en el camino por los efectivos de Gendarmería Nacional que se encuentran realizando controles vehiculares en todo el país. De inmediato, se desprendió una investigación penal. Hubo escuchas telefónicas y un seguimiento fílmico y fotográfico minucioso. Finalmente, tras un arduo trabajo de investigación, los gendarmes pudieron encontrar al “pez” de unas de las células de la banda delictiva.
La organización tenía el mayor asentamiento en la provincia de Tucumán, desde donde seguía sus “líneas de comercialización” hacia Santiago del Estero. El mismo recibía la droga que provenía desde la provincia de Salta. El cargamento era trasladado en vehículos particulares —automóviles, camionetas o camiones— o en micros de pasajeros camuflados entre los viajantes.
Por semana, el principal sospechoso de la banda recibía aproximadamente 20 kilos de cocaína. La droga, que era comprada por 10 mil dólares el kilo en el norte del país, era “enfriada” durante unos días. Luego, la “cocinaba” utilizando diversos elementos de estiramiento. Triplicaba de este modo la producción y sus ganancias.
La banda fue desbaratada tras averiguaciones que fueron realizadas por los efectivos de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales Santiago del Estero y Tucumán, de manera conjunta. Las pesquisas fueron dispuestas por el Juzgado Federal Nº 2 de Santiago del Estero, a cargo del Dr. Sebastián Argibay. Los uniformados determinaron que la organización recibía la sustancia desde el norte del país y luego era distribuida en Las Termas de Río Hondo (Santiago del Estero) y en las localidades de Río Salí e Ingenio Lastenia (Tucumán), donde finalmente se realizaron los procedimientos y se efectuaron las detenciones.
“Como pan caliente”
La venta de la “producción” de estupefaciente se realizaba en dos modalidades por parte del sospechoso. Según se conoció, el narco entregaba la sustancia entre sus clientes por panes. Los mismos le realizaban la compra y abonaban a través de transferencias bancarias, entre las cuales se encontraban las “boca de expendio” distribuidas en Tucumán y Las Termas de Río Hondo en Santiago del Estero.
Luego, el resto de la mercadería era vendido en el “kiosco”, entre los caramelos, la cerveza y el pan en su casa. Los informes realizados por los investigadores pudieron determinar la gran cantidad de personas que constantemente concurrían al lugar, durante cualquier hora del día para comprar la sustancia.
En Las Termas entregaba casi 7 kilos de droga
Entre uno de los principales nexos que tenía el narco tucumano detenido junto a sus cómplices en diversos allanamientos realizados en la jornada del domingo, se encontraba un “buen vendedor” con asiento en nuestra provincia.
Estaba encargado de entregar el estupefaciente al menudeo en su casa, en la ciudad de Las Termas de Río Hondo.
Según se desprende de las averiguaciones realizadas, el “dealer” recibía aproximadamente siete kilos de sustancia cada 15 días. Realizaba los cortes y luego los vendía entre sus clientes. En su casa, se secuestró dinero y armas.
Además, se incautaron diversas anotaciones del narco. En las mismas tendría los nombres de los clientes y de sus proveedores, por lo que se continúan realizando las averiguaciones de rigor a partir del minucioso análisis de los escritos secuestrados por los gendarmes.
Córdoba, el nexo investigado por gendarmes
El líder de la organización narco que fue desbaratada, además de realizar la entrega de estupefacientes en Tucumán y Santiago del Estero, tenía un punto más de comercialización de mayor capital adquisitivo. El punto de venta es investigado por los uniformados.
Se trata de los nexos y contactos que el mismo tendría en la provincia de Córdoba, hacia donde “giraba” entre 5 y 7 kilos de cocaína con el fin de realizar las ventas en su lugar de asiento.
A partir de la desarticulación de una de las bases núcleo de la organización, los gendarmes afianzan sus pesquisas sobre los contactos, los que estarían siendo minuciosamente investigados, mientras se espera la declaración indagatoria.