Los vecinos de Chippewa Falls, Wisconsin, Estados Unidos, quedaron horrorizados cuando se conoció el terrible crimen que había llevado a cabo un adolescente de 14 años: interceptó a una niña de 10 en la vía pública, la abusó sexualmente y luego la mató.

El cuerpo de la pequeña fue hallado un día después del brutal delito, cuando denunciaron su desaparición a la policía y la encontraron en una zona boscosa, cerca de un sendero.

El día de los hechos, la menor había ido a visitar a su tía, pero jamás regresó a su domicilio. La mujer le había dicho a los padres de la niña que la joven se había retirado de su vivienda, sin embargo, nunca llegó a su hogar.

Y esto fue porque en el camino fue interceptada por el adolescente de 14 años, que la siguió hasta el sendero donde hallaron el cuerpo, donde hizo actos aberrantes en su contra para finalmente quitarle la vida.

Cuando el incalificable fue detenido, confesó lo ocurrido con todo lujo de detalles, además de dejar en claro que lo había planeado todo, lo que le produjo escalofríos a las autoridades.

El joven contó que el domingo a la noche siguió a la víctima desde que la vió salir de la casa de su tía. Luego, cuando la alcanzó, le propinó un golpe en el abdomen que provocó la caída de la chica, y luego le siguió pegando con un palo. Posteriormente, abusó sexualmente de ella y la asfixió hasta la muerte.

La confesión, dictada en un tribunal de Estados Unidos, le heló la sangre a todos los presentes, quienes quedaron estupefactos ante la frialdad del muchacho.

Ante la peligrosidad del potencial psicópata, le impusieron una fianza de un millón de dolares, en pos de que permanezca tras las rejas.

El agresor enfrenta los cargos de homicidio intencional en primer grado, agresión sexual en primer grado y agresión sexual en perjuicio de un menor de 13 años que resultó en graves daños corporales.