Según el informe elaborado por la empresa Bloomberg, todas las monedas importantes de América Latina perdieron valor el año pasado al compararlas con el dólar de Estados Unidos. Es que si bien las economías más débiles fueron las más afectadas por la inflación, muchos países de ingresos medios y altos depreciaron su moneda.
Otras dos monedas latinoamericanas -el peso chileno y el peso colombiano- siguieron a la argentina, con devaluaciones del 11,1% y 10,6%, respectivamente.
A esto se suma el panorama que plantea la pandemia, con cierre de frontera y restricciones, además de la volatilidad económica de los países.
En el caso del peso argentino, hubo otros factores que influyeron en su depreciación: la demora de una cuerdo con el FMI, las especulaciones sobre una devaluación mayor, la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo, la inflación y el incremento de la deuda pública.