Deportes

¿Cómo y con quién comenzar un plan de entrenamiento para la actividad física?

El tema de retomar las actividades físicas, en atletas y el común de la gente, tras superar en parte el aislamiento de la pandemia, es bueno primero consultar a su profesional de confianza.

 

Nuevo Diario en diálogo exclusivo habló con el PF Joaquín Gorosito, además es estudiantes de la Licenciatura de Educación Física de la Universidad de La Plata y Tesista de Especialización en Evaluación y Programación de Ejercicio, en la Universidad de La Plata, quien afirmó que, “a la hora de seleccionar los objetivos de un plan de entrenamiento se deberá tener siempre en cuenta los componentes que integran el concepto de aptitud física, los cuales son: la aptitud muscular (fuerza dinámica general y resistencia), aptitud aeróbica (consumo máximo de oxígeno, umbral láctico y eficiencia mecánica) y flexibilidad (movilidad articular y elongación) siendo estas las entrenables y la composición corporal (% grasa corporal y % libre de grasa) la cual se modificará de acuerdo al componente entrenado”.

 

—¿Qué se debe priorizar?

 

—Si tuviéramos que priorizar un componente por encima de otro, deberíamos considerar siempre en primer lugar a la fuerza neuromuscular, lo mismo para el segundo y tercero ya que una función muscular deficiente representa el inicio de la cascada discapacitante que conduce a enfermedades y discapacidades relacionadas con la edad (Beaudart 2019) sumado a que con el aumento de la edad, el músculo esquelético humano se somete tanto a estructuras como a cambios funcionales. Los más llamativos son la reducción del volumen muscular y fuerza muscular (Grimby y Saltin 1983; Munsat 1984; Vandervoort 1986)”. Luego agregó: “Para alcanzar una óptima funcionalidad y retrasar el efecto de declive de la fuerza y masa muscular con el pasar de los años, es imprescindible comenzar con un plan de entrenamiento de fuerza para así producir diferentes adaptaciones a nivel celular, endocrino, osteoarticular, inmunológico y emocional.

 

Una de las adaptaciones por entrenamiento de la fuerza es el aumento de masa muscular (hipertrofia). Según Kim (2015) en su estudio en jóvenes estadounidenses, cuyo objetivo fue asociar niveles de masa muscular relativa y factores de riesgo relacionados a enfermedades cardiovasculares y diabetes; demostró que, un nivel de masa muscular relativa mayor al 64,2% garantiza una disminución significativa en valores de colesterol total, presión arterial sistólica y diastólica, triglicéridos, glucosa en sangre y resistencia la insulina.

 

“Teniendo en cuenta la disminución de los valores en los factores de riesgo antes nombrados, podemos concluir que, contar con un nivel mayor al 64,2% de masa muscular relativa desde edades juveniles, nos permitirá prevenir de forma natural aquellas enfermedades cardiovasculares y de diabetes”.

 

En cuanto a personas adultas, en estudios en donde el objetivo fue evaluar la relación de la composición corporal (tejido muscular, tejido adiposo, entre otros) y la mortalidad cardiovascular, realizado en 6.451 mayores de 20 años, divididos en cuatro grupos (poco músculo y poca grasa, poco músculo y mucha grasa, mucho músculo y poca grasa y mucho músculo y mucha grasa) encontró en un período de 7 años, la tasa de mortalidad estuvo mayormente presente en los que contenían menores niveles de masa muscular. De comenzar un plan de entrenamientos primero se debe hacer un examen médico cardiólogo, etc.”, cerró.

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