Durante once días, Agustín Pacheco agonizó. Tenía una herida de bala en el abdomen, que puso en “jaque” su salud. Falleció y en medio del dolor y la impotencia, sus restos fueron despedidos por sus familiares y amigos, ayer.
Agustín, el tercero de cuatro hermanos, volvía a la casa de su padre la madrugada del 13 de octubre. En la intersección de Calle 102 y octavo pasaje, habría sido baleado por sujetos, quienes luego escaparon. El herido fue trasladado hasta la casa de su progenitor en el barrio Huaico Hondo, donde fue dejado malherido e inconsciente.
De inmediato fue trasladado al hospital Independencia en un vehículo particular por un familiar. Luego, por la gravedad de las heridas que presentaba, fue derivado al hospital Regional Dr. Ramón Carrillo en grave estado. Los médicos de guardia que lo asistieron indicaron que “presentaba múltiples lesiones de perdigones”, por lo que su estado era crítico.
Con el paso de los días, el cuadro de Agustín fue empeorando. Finalmente, falleció cerca de las 13.30 del domingo último. Su cuerpo fue trasladado a la morgue judicial donde se le practicó la autopsia; para luego entregar sus restos a sus familiares para ser sepultados.
En medio del dolor, Rubén Pacheco —padre de Agustín— remarcó: “Estamos devastados con esta pérdida. Ha luchado mucho, pero últimamente había empeorado un poco. Ayer, lo hemos perdido. Por el momento, no hay detenidos. Ayer se libró la orden para que se le haga la autopsia. En primer momento se tendría que haber librado una orden de detención para los que le hicieron esto”.
“Pero nada me va a devolver a mi hijo. Era un niño que tenía una vida por delante. Es un dolor que el asesino esté suelto, que no haya un detenido desde el primer momento”, remarcó el vecino del barrio Huaico Hondo.
Finalmente, manifestó: “Le pido a la Justicia que agilice todo. Que sea todo más rápido porque no han matado un animal. Le han quitado la vida a una persona que tenía una vida por delante. Aún no había hecho su manera de vivir. Hoy en día está todo complicado desde que uno sale de la casa, hasta que llega a un lugar que tiene que ir. Uno nunca sabe”.
Tras la situación luctuosa que le tocó vivir, puntualizó: “En ningún momento imaginé que a mi hijo le podía pasar algo así. Nunca he pensado, cuando me llamaron por lo que había pasado, por el momento que sucedió el hecho no lo vi. Recién lo vi a los dos días en el hospital Regional. Cuando lo vi, salí devastado porque nunca pensé que podía pasar esto”.
Sus seres queridos le dieron el último adiós
En medio de muestras de dolor e indignación, los familiares y amigos del joven baleado que falleció a la siesta del domingo tras agonizar once días, le dieron el último adiós ayer.
Los restos de Agustín Pacheco fueron trasladados en un cortejo fúnebre hacia la casa de su madre en la localidad de San Antonio Norte —departamento Capital— donde se realizó el velatorio. Posteriormente, el cuerpo de la víctima fue trasladado a la necrópolis local donde se llevó a cabo la sepultura.
“Te vamos a extrañar amigo. No te merecías esto. Que en paz descanses y le des fuerza a tu familia”, escribió a través de las redes sociales Juan, uno de sus amigos. Mientras que otro allegado; posteó: “Cuidá a tu familia donde quiera que estés. Nada va a ser igual. Estarás siempre con nosotros”.
Cabe destacar que la Policía y la Fiscalía iniciaron una minuciosa investigación, con la intervención del personal de la División Homicidios y Delitos Complejos de Capital, con el objetivo de determinar fehacientemente las circunstancias en las que se produjo el grave ataque que sufrió.