Al menos 700 inmigrantes y refugiados murieron en los siete últimos días en el Mediterráneo, cuando intentaban cruzar en precarias embarcaciones del norte de África a Italia, informó ayer una portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

La información recrudece aun más la situación que desde hace meses se vive en Europa, que a diario recibe a cientos de inmigrantes que escapan de sus países por la violencia y la falta de oportunidades e intentan en el viejo continente recuperar la esperanza. La cifra de 700 muertos se basa en el testimonio de supervivientes y corresponde a tres naufragios registrados el miércoles, el jueves y el viernes, dijo la portavoz de Acnur para el Sur de Europa, Carlotta Sami.