La venta de ropa usada registró un incremento del 30 por ciento en los últimos meses, según datos publicados durante esta semana.

Son numerosos los comerciantes que aseguran que esta tendencia se mantendrá o bien se verá en alza durante toda la temporada, pues el contexto económico obliga a los compradores a buscar alternativas más económicas. El panorama es distinto para la mayoría de los comercios céntricos que ofrecen indumentaria nueva a los vecinos.

Algunos empleados o propietarios de comercios, en diálogo con Nuevo Diario, declararon que las ventas han disminuido en comparación a la temporada anterior. “No se está vendiendo muy bien, la gente prefiere ahorrar. Determinadas prendas o marcas actualmente están más caras a comparación del año pasado y eso hace que se piense dos veces antes de comprar”, indicó la empleada de un local de ropa femenina.

“El aumento de alquileres, transporte y manutención de un local, inevitablemente se termina trasladando al producto si es que se busca ganancia”, resaltó el dueño de un local ubicado sobre calle España.

“La gente prefiere comprar a los manteros o en las ferias, porque también ofrecen ropa —aunque sea usada— y hay diferencia en el precio”, aseguró otra empleada de un local de ropa infantil.

Por este motivo, en plena temporada, se recurrió a las ofertas o importantes descuentos en precio de contado.