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Luis Asili: "Estoy muy feliz por todo lo que viví como jugador"

Nació en Soldini, provincia de Santa Fe, el 11 de septiembre de 1965 . Con el correr del tiempo y con más de 30 años viviendo en nuestra provincia, ya se siente un santiagueño más. Representó de gran forma cada camiseta que defendió y tiene una gran trayectoria como futbolista y también como entrenador, tarea que desempeña en la actualidad. Se trata de Luis Asili, un gran referente de nuestro fútbol santiagueño, pese a no haber nacido en nuestra tierra. El “Gringo” repasó su carrera deportiva y, pese a su rica trayectoria, también reconoció que tuvo una deuda pendiente en el fútbol. Además, mencionó que es un placer trabajar tanto tiempo con los más pequeños en las formativas de Comercio Central Unidos. Un mano a mano a imperdible.

 

 

– ¿Cómo y cuándo fueron sus inicios en el fútbol y por cuántos clubes pasó?

– Mis inicios fueron en el club Mitre de Pérez, con el fútbol infantil e inferiores. Después pasé por Newell’s Old Boys, cuando tenía 16 años y a los 20, me hicieron mi primer contrato profesional. En vez de quedarme, me fui por diferencias que tenía con el técnico “Indio” Solari y me incorporé a Central Córdoba de Rosario para jugar la Primera C. Luego fue el turno de arribar a Central Córdoba de Santiago, en 1987. También estuve en Gimnasia de Jujuy dos años, regresé al “ferroviario”, pasé a Juventud Antoniana de Salta y pasé por Unión Santiago tres meses. Jugué cerca de mi pago, en Atlético Sanford y volví a Santiago para jugar nuevamente en Central el Argentino A. Mientras que luego pasé por Comercio, donde mi retiro fue un 25 de mayo 2001.

 

 

– ¿Cómo comenzó su etapa en Central?

– Llegué al club en 1987, en agosto, donde comenzó el Nacional B. En lo futbolístico me sentí bien. Pero siempre recuerdo que la prensa “me mató” tras cometer un error en un partido contra Huracán, perdimos 2 a 1 en un juego muy accidentado. Los juegos contra el “globo” eran como un clásico aquí en Santiago. Me pica mal la pelota, la cancha no estaba buena esa época y le cae justo al “Negro” Herrera y nos convierte. “Pollito” marró un penal también. Después fuimos a Chaco, empatamos y le ganamos a Defensa. Me tocó sufrir un desgarro en el aductor y me perdí siete partidos. Fue duro mi primer año en el club, mi viejo se enfermó y estuve un tiempo sin jugar. Hasta que me acomodé y regresé en la reválida, donde pudimos mantener a Central en el Nacional B. Y el último encuentro frente a Douglas Haig estuve como suplente, no estaba bien de ánimo porque mi viejo había fallecido.

 

 

– ¿Su mejor momento como jugador a dónde lo vivió?

– Tuve etapas lindas en todos, pero creo que mi mejor momento exitoso lo pasé en Gimnasia de Jujuy, en todo sentido, tanto en lo económico como en lo futbolístico, ya que ascendimos dos veces, del interior al Nacional y de ahí a Primera. Aunque también sufrí una lesión en el tobillo de la que no me pude recuperar bien. Creo que por todo lo que pasamos, en Gimnasia fue lo mejor, desde mediados de 1992. Viví dos años espectaculares.

 

 

– ¿Qué es lo que más extraña de la época?

– Se extraña mucho el vestuario, el día a día y los entrenamientos, como también compartir momentos lindos con los compañeros.

 

 

– ¿Quién fue su mejor entrenador?

– Tuve muchísimos técnicos a lo largo de mi carrera, desde el “Loco” Bielsa hasta Griffa, que fue como un padre para nosotros. Lo tuve a Ramón Cabrero, Leopoldo Jacinto Luque, “Pancho” Ferraro, Salvador Ragusa y Luis Toscano en mi etapa en Comercio. Pero creo mi mejor entrenador fue “Chiche” Lutman, fue mi formador hasta en el carácter. Me enseñó y me moldeó también como persona. Me brindó lo mejor y lo recuerdo con un cariño enorme. Por más que ya no esté con nosotros, siempre será una persona especial en mi vida futbolística.

 

 

– ¿Su mejor partido?

– Recuerdo un partido con mucho amor. Fue el día que le ganamos a San Martín de Tucumán. No sé si jugué bien, pero marqué un gol de zurda en los primeros minutos, sobre el arco de la Pedro León Gallo. Siempre digo que el “Loco” Valoy jugó un partidazo. Eso me quedó en la retina, por todos los problemas que habíamos tenido en la semana, no nos pagaban. También la victoria ante Tigre para mantener la categoría. Fue 3 a 0. Esos me marcaron mucho.

– ¿Un compañero?

– Tuve muchos y buenos compañeros. Uno de ellos fue Jaimito Drube, que es un amigo del alma. También el “Cabezón” Bini, Darío Quiñonez, “Loco Legui”, “Jetón” Alurralde, la “Mocha Díaz”, Luis Valoy, “Pinino” Ruiz. Siempre digo que son de buena leche, que mantienen los códigos del fútbol y la sencillez. Son excelentes personas y leales.

 

 

– ¿Qué le genera ver a Central en Primera?

– Es el sueño que teníamos todos. Ver a Central en Primera me genera felicidad. En nuestra época no se nos dio y ahora hay que aprovecharlo para que el club se mantenga por muchos años en la elite. Es una alegría inmensa. No soy santiagueño, pero hace más de 30 años que estoy aquí y uno lleva en el corazón a Central.

 

 

– ¿Es una satisfacción ser ídolo, tanto de Comercio como de Central?

– Me gusta que la gente me reconozca en Central Córdoba y en Comercio. En el “tripero” llevo muchísimos años con las inferiores, terminé mi carrera como futbolista en ese club y también tuve etapas como técnico en Primera. Es muy gratificante ser parte de este gran club. Y la gente “ferroviaria” también reconoce lo que uno le brindó al equipo. Esto no tiene precio, que me saluden y me brinden su cariño la gente de ambos clubes es algo único, no hay plata que compare todo ello.

 

 

– ¿Qué piensa de todo lo que está pasando con la pandemia?

– Es algo duro para todos y hay que cuidarse. Ya sabemos las medidas de prevención que debemos tomar y hay que seguir haciendo caso a lo que digan las autoridades. Tema fútbol va a ser duro, va a ser una de las últimas disciplinas en volver a trabajar. Es la mejor opción porque corremos riesgos de que se enfermen los chicos y en mi caso porque yo dirijo inferiores. Hay que tener fe de que esto en algún momento se va a terminar.

 

 

– ¿Cómo fue el salto para comenzar como entrenador y en qué año?

– El 4 de enero de 2000, me ofrece el cargo para ser técnico el Dr. Raúl Sabalza, quien estaba como dirigente de Comercio. Me dio la escuelita de fútbol, donde comencé. Después hice el curso de técnico y me recibí en 2005. Mis primeras armas las hice en “Comi” con el fútbol infantil, después agarré inferiores y Primera.

 

 

– ¿Qué significa trabajar con los más pequeños y hace cuánto que realiza esta tarea?

– Ya llevo 20 años dirigiendo a los más chicos en Comercio y 17 años con las inferiores. Un par de años también estuve dirigiendo en Central Córdoba y luego me tocó volver hacia el norte. Los chicos te llenan el alma, todos los días uno aprende y es algo que me apasiona. El día que me deje de apasionar esto, daré un paso al costado. Hasta el día que me vaya de este mundo, seguiré con la pelota bajo el brazo y el tiempo dirá. Las fuerzas, el de arriba siempre me las da y uno trata de inculcarle lo mejor a los chicos en lo futbolístico y hay que formarlos como persona.

 

 

– ¿Qué es Comercio para su vida?

– Comercio es algo muy importante en mi vida. Imaginate que llevo 20 años en el club. Tal vez alguno no se dé cuenta, pero llevo en mi corazón al club. Tengo un amor inmenso por Comercio, pasé diferentes etapas lindas y me identifiqué, al igual que con Central Córdoba.

 

 

– ¿Le quedó alguna deuda pendiente?

– Siempre dije que me hubiera gustado jugar en la Primera división. No se dio. Jugué casi todas las categorías, de B Nacional hasta abajo, hasta los Regionales. No pude jugar en Primera, era mi sueño. Pero no me arrepiento de nada, hice lo que más me gustó y el fútbol tiene estas cosas. Estoy feliz por lo que hice y viví con el fútbol.

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