Todo sucedió a primeras horas de la noche de ayer cuando vecinos del barrio Industria pusieron en conocimiento de la policía, que en una casa de ese complejo habitacional se estarían produciendo ruidos molestos.

En base a esa información personal de comisara Comunitaria N° 10 se dirige al lugar dándose con la novedad, que los ruidos molestos se debían a que en el lugar se estaba desarrollando una fiesta clandestina con gran cantidad de concurrentes, entre ellos menores de edad y se evidencio consumo de alcohol.

Seguidamente se entrevistó a la propietaria, resultando ser de apellido Galero, sobre quien recayó la confección de infracción por parte de División Prevención de Alcoholismo, por la realización de fiesta sin autorización policial, venta de alcohol y presencia de menores.

Una vez desalojado el evento, los asistentes en la calle comenzaron a repudiar a los uniformados con insultos verbales, que luego tomaron un tinte más violento ya que algunos de ellos comenzaron a arrojarles ladrillos sin lograr impactar contra alguno, situación que no paso a mayores gracias a la pericia y rapidez de los efectivos.