"Fue horrible vivir 90 minutos con miedo, pidiéndole a los argentinos que estaban cerca que nos miren, que nos cuiden, que nos ayuden por las dudas". El crudo relato pertenece a Gianinna Maradona, quien la pasó mal en el Mineirao de Belo Horizonte junto a su hijo Benjamín Agüero, al que llevó a ver a papá Sergio en la semifinal de la Copa América que Brasil le ganó a Argentina (2-0).
"La seguridad, un desastre, les pedías ayuda y te decían que no podían hacer nada. Impresentable.Cuando se cagaron a piñas solo pude decirle a Ben que se ponga bolita abajo del asiento que yo lo cubría arriba", agregó la hija del Diez en su descargo en Instagram.