La Provincia

Santiago del Estero, cuna del primer vino argentino

Los vecinos de Santiago del Estero fueron los responsables de la llegada de la vid a nuestras tierras, en 1556, según aseguró Felipe Pigna. Ese año, desde Chile, trajeron con ellos a un religioso: fray Juan Cidrón o Cedrón, y además “semillas de algodón y plantas de viña”, que resultaron “de mucho provecho [...] porque en la tierra no había más [cultivos que] solo maíz”.

 

Esta es la referencia documental más antigua que ha quedado sobre la llegada de la vid al actual territorio argentino, que luego tendría otras vías de acceso, desde Chile pero también desde el Atlántico y el Alto Perú. A medida que desde Santiago del Estero se fueron fundando las ciudades de la antigua Gobernación del Tucumán, la vid comenzó a difundirse por el actual Noroeste y centro de la República Argentina.

 

Ya en el siglo XVII había producción de vinos y aguardientes en La Rioja y Córdoba; más tarde, según la tradición, las viñas llegarían a Salta, de la mano de los jesuitas que introdujeron sarmientos desde el Perú y el Alto Perú.

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