La persona que encontró a  Smurf lo llevó a la organización Nine Lives, fundado por Monica Rudiger. Alli se pudo constatar que el pequeño tenía múltiples heridas como mordidas de perro, informó Rudiger. El color púrpura –causado por colorante de ropa–, cubría las heridas, por lo que se determinó que era usado como una especie de juguete para perros.

Afortunadamente Smurf, se recupera exitosamente y ahora tiene amigos en el refugio. Aún no puede ser puesto en adopción, pues le falta una operación y terminar

de curar sus heridas, además de recuperar el color natural de su pelaje.

Mirá el vídeo y conocé a  Smurf: