Luego de entregarse bajo el cargo de homicidio, Cristian “Pity” Álvarez pasa sus días en la cárcel de Ezeiza, sedado y casi sin recibir visitas. Recién el jueves 19 logró encontrarse con su mamá, Cristina Congiu. Y trascendió que la situación más difícil que enfrenta Álvarez es sobrellevar el síndrome de abstinencia. Su madre, además, teme que intente suicidarse.
Si bien el exlíder de las bandas Intoxicados y Viejas Locas está monitoreado día y noche por el Programa Integral de Salud Mental Argentino (Prisma), conocido como el Pabellón Psiquiátrico del penal, se sabe que el síndrome de abstinencia es una de las situaciones más extremas que debe vivir un adicto en recuperación.
“Cristina tiene tanto miedo y les pide a las autoridades penitenciarias que tomen recaudos para evitar que se dañe”, afirmó el abogado de la mujer, Claudio Calabressi.
Paralelamente, la Justicia sigue investigando el crimen de Cristian Díaz, quien fuera amigo del rockero.