El presidente filipino, Rodrigo Duterte desató una fuerte polémica por obligar a una mujer a darle un beso en la boca en público durante un encuentro con la comunidad filipina durante una visita oficial a Corea del Sur.
"Hombres no, el precio de esto es un beso", señaló al tiempo que gritaba a una mujer en la multitud. "¿Estás dispuesta a darme un beso?"
Entonces subieron dos mujeres a la tribuna y Duterte les dijo que compartieran el libro. A una de ellas le dio un beso en la mejilla pero a la otra le pidió un beso en los labios.