La sospecha de que algo le estaba pasando a su hija de 14 años, llevó a una mujer a indagarla. Fue así que descubrió que había sido manoseada en reiteradas oportunidades por su padre biológico.

Todo comenzó días atrás, cuando una mujer de 43 años residente en la localidad de Campo Amor, departamento Loreto, descubrió actitudes inapropiadas de su esposo —un sujeto de 53 años— hacia su hija de 14 años. Están casados hace 27 años y producto de ese amor, tuvieron 14 hijos, pero nunca había observado “tanta” atención de parte del sujeto hacia ninguno de ellos.

Según consta en la denuncia que realizó la mujer, el sujeto se mostraba muy posesivo y obsesivo con la menor desde hacía un año. Además, tenía actitudes extrañas con la adolescente. Intrigada por saber qué estaba pasando, comenzó a cuestionar a su hija.

Aprovechando que el jornalero se encontraba trabajando, la ama de casa que cobra una pensión por madre de siete hijos, ahondó en preguntas hacia su hija, hasta que esta terminó contando el calvario que estaba viviendo. Según el relato de la joven, su padre biológico habría tocado sus partes íntimas en reiteradas oportunidades y la amenazaba para que no revelara lo que le hacía. Posteriormente, en crisis de nervios y en estado de shock por la situación, la víctima se “quebró” y estalló en llanto. Minutos después se negó a continuar hablando con su madre. La mujer se dirigió a sede policial donde radicó la denuncia correspondiente, por lo que la Policía y la Justicia iniciaron las averiguaciones de rigor con el fin de poder determinar fehacientemente los pormenores del aberrante caso.

Se determinará si fue con acceso carnal

Ante la denuncia realizada por la vecina de la localidad de Campo Amor, los uniformados dieron intervención al fiscal de turno de la Circunscripción Capital, Dr. Julio Carmelo Vidal, quien dispuso una serie de medidas judiciales a seguir en los próximos días.

En primera instancia, el Dr. Vidal dispuso que la menor de 14 años sea examinada por el médico forense, para posteriormente mantener una entrevista psicológica y ser sometida a Cámara Gesell.

La Justicia trata de determinar, por la crisis de nervios que sufrió la menor, si fue accedida carnalmente por su progenitor. También se busca establecer la data de los abusos y la periodicidad de los mismos.