Una familia del barrio Los Inmigrantes se retiró ayer, alrededor de las ocho de la mañana, de su casa de Irlanda 1277 del barrio Los Inmigrantes. Regresó 45 minutos después. No advirtieron nada raro. Sin embargo, cuando Carlos Ramón Chazarreta (45 años) ascendió a la planta alta advirtió un total desorden. Alguien había ingresado con fines de robo, pero no observó en ese momento ningún faltante. Al asomarse a la ventana, vio una “silueta” en el fondo de la pequeña pileta de 1,25 metro de profundidad. El hombre descendió y comprobó que se trataba de una persona que estaba, boca arriba, en el fondo de la pileta.

Con la ayuda de su hijo, lograron rescatarlo del agua. Chazarreta le realizó reanimación boca a boca, ocasión en la que la víctima expulsó vino y comida. No pudieron revivirlo.

Mientras tanto, se había alertado a la Policía y al servicio de urgencias, cuyos paramédicos comprobaron que estaba muerto.

Por orden del fiscal, Dr. Sebastián Robles, el cuerpo fue sometido a una autopsia. Los forenses determinaron que había fallecido a causa de asfixia por inmersión. Hasta el momento, el hombre de unos 30 años no fue identificado. Para lograr el objetivo, le extrajeron las huellas dactilares.

La teoría más fuerte es que el sujeto ingresó a robar. Encontró una caja de herramientas, trepó a una tapia y perdió el equilibrio. La caja cayó del otro lado y el individuo, en la pileta. A causa de su estado de ebriedad, no pudo salir y murió ahogado.