Hugh Hefner fue una persona que daba de qué hablar, bien o mal, pero nunca se distinguió por ser alguien de “bajo perfil”. Controversial y decidido, así era este hombre que con 600 dólares prestados, creó la revista que revolucionó el mundo erótico en Estados Unidos a partir de 1953.
Hijo de una familia conservadora y con un alto coeficiente intelectual, Hefner se convirtió en un multimillonario que creó un imperio que, en aquellos tiempos, desató la polémica y el escándalo: Playboy.
Una de las preguntas que rondaba la mente de todo aquel que ubicaba al personaje era ¿porqué teniendo tanto dinero en sus cuentas bancarias sólo utilizaba pijama?, cuestionamiento que él mismo respondió en una entrevista para la televisión norteamericana. Hefner, ya en su vejez, explicó que no tenía ningún sentido dejar el pijama en su armario, ya que podía darse el lujo de vivir toda su vida en pantuflas, ropa de dormir y con una pipa en mano; al final ya era un hombre de negocios que había conquistado la industria erótica de Estados Unidos, el mundo femenino y el corporativo, por lo tanto, su apariencia no le quitaría todos esos logros ni el dinero.
De hecho, esa imagen del millonario se volvió todo un emblema, pues verlo en ropa de dormir era tan usual como reconocer el conejo en esmoquin que funge como el logotipo de su famosa revista. Las modelos exuberantes de Playboy fueron objeto de deseo de millones de hombres mientras Hefner desafiaba aquello que ridiculizaba como una actitud “puritana” hacia el sexo en Estados Unidos.
Por décadas fue, con su emblemática bata de seda y su pipa, el alma de una constante fiesta de fantasía en las mansiones Playboy de Chicago y luego Los Ángeles.
“La vida es muy corta para estar viviendo el sueño de otro”, rezaba una cita de Hefner publicada en la cuenta de Twitter de esta publicación, que jugó un importante rol en el cambio de actitud hacia la sexualidad que tuvo lugar en el siglo XX.
Hefner fue a veces caracterizado como un Peter Pan hipersexualizado al tiempo que mantenía un harén de hasta siete jóvenes rubias en su mansión legendaria. Esto fue descrito en “The Girls Next Door”, un reality show que se transmitió desde el 2005 al 2010.
Hefner dijo que gracias al medicamento contra la impotencia Viagra continuó ejerciendo su libido después de cumplidos los 80 años. Hefner se asentó en cierta medida en el 2012 a la edad de 86 años cuando se casó con Crystal Harris, su tercera esposa que era 60 años más joven que él.
Su filosofía de vida eran las legendarias fiestas de sus mansiones, primero en Chicago y luego en el exclusivo barrio de Holmby Hills, en Los Angeles, donde las legiones de celebridades masculinas se mezclaban con hermosas mujeres jóvenes. Aún con su muerte, la imagen de Hefner en bata y la forma en que revolucionó la sexualidad del mundo occidental lo convirtieron en una leyenda, pues siempre consideró que Playboy era el antídoto contra el puritanismo, y con esa ideología sacó adelante su fructífero negocio.