Policiales

Detienen a cinco de los seis prófugos por el asesinato del tucumano Ramos

El ajuste de cuentas aparece como una de las pistas más sobresalientes en la investigación por el asesinato de un tucumano, prófugo e integrante del clan Acevedo que lideraba la barra brava de Atlético Tucumán, en manos de cinco termenses de Villa Balnearia.

 

Guillermo Héctor Ramos (27 años) fue interceptado anteayer al mediodía frente a la cancha de fútbol de la calle Capitán Giachino casi ARA General Belgrano. Eran cinco sujetos con quienes discutió. Lo atacaron a golpes y uno le pegó un botellazo en la cabeza que lo derribó. Ya en el suelo, Ramos fue ejecutado de un disparo en el pecho que le atravesó el corazón y provocó su muerte instantánea.

 

Los investigadores sostienen que el enfrentamiento verbal se habría producido a raíz de la venta de drogas. En este sentido, se sospecha que Ramos proveía de estupefacientes a los dealers de Villa Balnearia, a través de cargamentos que supuestamente traía de Tucumán. El negocio ilegal supuestamente era realizado por un familiar del asesinado, hasta que fue apresado en Las Termas y extraditado a Tucumán por otros hechos ilícitos. A partir de ello, Ramos habría tomado el lugar de su familiar como presunto proveedor.

 

Sin embargo, el foráneo habría visto la posibilidad de “copar” personalmente el terreno de los dealers termenses y armar su propio grupo de vendedores de drogas al menudeo. Esto habría sido el detonante de la reacción de los dealers termenses y sus amigos, quienes decidieron enfrentar al tucumano, a quien finalmente asesinaron.

 

Personal de la Comisaría 50ª, bajo directivas del fiscal Ignacio Guzmán, realizaron ayer varios allanamientos en la ciudad turística y detuvo a cinco sospechosos: los hermanos Carrizo, principales acusados, y tres sujetos de apellidos Nieva, Díaz y Ledesma.

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