En estas ediciones vamos conociendo historias de santiagueños que se encuentran en distintas partes del mundo. Cada uno con un sueño, cada uno con vivencias que contar y experiencias para compartir. Diferentes objetivos y puntos en común trazan historias que sorprenden y se convierten en verdaderos ejemplos.
La búsqueda constante de nuevos objetivos, de diferentes aires y de desconocidos paisajes, de vez en cuando se enciende en el interior de las personas y genera el impulso de generar nuevos proyectos.
En ese punto, a veces la vida propone desafíos en los que el único camino es cambiar de lugar, moverse, irse y reconstruir la cotidianidad en otra parte. Entonces se emprende el viaje con la única certeza de que es hacia adelante, llevando a cuestas sentimientos y sensaciones que se gestan muy dentro.
En la edición de hoy, Nuevo Diario dialogó en exclusiva con Fernanda Perdomo, una destacada profesional santiagueña que se encuentra desarrollando su vida en Italia, en una ciudad que no deja de sorprenderla y que se expresa a través de su propio testimonio.
Actualmente, se desempeña como administrativa en la universidad de extranjeros, en la ciudad de Perugia, ubicada en el centro de Italia. Tiene 56 años y dos hijos; Ezequiel y Leonel Asseph. Me encuentro muy conforme de estar desarrollando esta etapa de mi vida aquí”, destacó en principio.
En el mismo sentido profundizó; “La verdad es que venir a vivir a Italia era un sueño que quería cumplir desde que vine por primera vez en el año 2017. Desde el primer momento quedé enamorada de este país. Me deslumbró desde el principio y me motivó a venir el hecho de que había mucho por conocer y una linda experiencia por hacer”.
Motivación
En tanto, sumó: “Una de las cosas que me alentó un poco más a venir a radicarme aquí es que tengo un hermano que lleva viviendo en este país desde hace 17 años. Siempre ha sido parte de mi deseo el hecho de poder probar y generar nuevas oportunidades. Y este era un lugar que desde el día en que lo conocí me pareció propicio para llevar adelante estas nuevas oportunidades. Por supuesto que entre mis planes también estaba el de gestionar la ciudadanía italiana, ya que tenemos descendencia por parte de mi abuelo materno. A eso se le sumaba como primordial que, de poder radicarme aquí como lo hice, tendría la distancia y el espacio para compartir tiempo con mi hermano Carlos”.
Consultada acerca de la primera impresión a su llegada a esta ciudad del centro de Italia, Perdomo, expresó que “al llegar me llevé un impacto muy positivo ya que me encontré con una Italia ordenada, limpia y con una sociedad muy abierta a la incorporación de inmigrantes En realidad, venir a Italia, fue sin dudas, una decisión apoyada por mi familia, ya que mis hijos son independientes, buscar un mejor futuro fue lo que más me impulsó. Gracias al apoyo de mi hermano Carlos encontré en Perugia un cálido hogar y un buen trabajo sobre todo bien remunerado que permite alcanzar una estabilidad económica que genera tranquilidad”.
“Muchas veces se piensa que una de las principales trabas pueden ser el choque cultural y el idioma. Y es verdad eso es parte de este tipo de experiencias. En lo particular, antes de venir, estudie un poco el idioma y aquí lo terminé de aprender. No fue inmediato, pero de a poco ya me fui sintiendo parte de esta sociedad”, agregó.
Desafíos
En otro tramo del diálogo, Perdomo también reflexionó sobre los desafíos y las metas actuales. Así remarcó: “Cuando se emprenden este tipo de experiencias siempre se evalúa lo que estamos dejando también. Siempre digo que entre esas cosas, lo más difícil de todo esto es estar lejos de los afectos, mi familia, mis amigos, de los lazos que he construido durante tantos años. Lo bueno es que en la actualidad hay herramientas que nos provee la tecnología que de alguna manera acortan las distancias, entonces gracias a las videos llamadas y a las redes sociales uno se siente más cerca”.
Respecto de su adaptación señaló: “Me adapté muy bien, me fui generando mi propio espacio y eso me ayudó a estar cómoda, pero sin la ayuda de mi hermano aquí todo esto no hubiera sido posible. Como dije antes el desarraigo se siente bastante y es importante sentirse acompañado. También es necesario destacar que recibí mucho afecto de los italianos, por suerte, me topé con gente con un corazón enorme. Gracias a eso pude establecer sinceras relaciones de amistad con muy buenas personas que alientan y contienen”.
Desarraigo
Al continuar con su relato Fernanda manifestó: “Emigrar, en mi experiencia personal, fue fácil porque tenía mi hermano aquí, pero no todo es como uno se imagina, las cosas no son tan fáciles. Es cuestión de suerte, en todo sentido, ya sea en los trámites legales y encontrar un trabajo. Todo lleva su tiempo. Pero siempre se puede”.
Su valiosa experiencia personal se desarrolla cada día, en consonancia con esto agregó: “Aquí, entre las cosas que más me motivan, están la tranquilidad económica y la seguridad el poder andar por la calle con el celular sin miedo a que te lo quiten, eso no tiene precio. Por otro lado es un lugar que sigue siendo nuevo para mí, con cosas y lugares por conocer. En mis tiempos libres me dedico a recorrer y conocer distintos lugares que me recomiendan o me llaman la atención”.
Fernanda también tuvo espacio para la reflexión más profunda cuando hablo de lo que extraña: “Extraño en Santiago a mis hijos, mis nietos, mi familia mis amigas y amigos. Son mis afectos de siempre, los que formaban parte de mí día a día. Son los lazos fundamentales que uno hace a lo largo de la vida. Y aunque hoy este lejos, son centrales en mi vida”.
Para finalizar señaló con convicción: "Por supuesto que entre mis planes está la idea de volver a Santiago, en un par de años definitivamente. Volver a mis lugares y la tierra que me ha cobijado siempre. La Argentina es mi hogar”.
