Tal como lo había anunciado Nuevo Diario semanas anteriores, se concretó este aumento, que se calculaba iba a superar los $ 2.000. En este escenario, Roberto Llanos, del sector, explicó que las panaderías deben enfrentar no solamente las facturas de los impuestos, los servicios sino también los salarios, el descenso del consumo, por lo que tras estos días de analizar la situación, tomaron esa decisión.
Luego de evaluar la situación actual, frente al contexto inflacionario y las medidas de “ajuste” que el Gobierno nacional viene implementando, que impactan en todos los bolsillos de la gente, desde el Centro de Industriales Panaderos de Santiago del Estero confirmaron que desde este jueves 2 de mayo subirá el precio sugerido del pan, que irá a un valor de entre $ 2.000 y $ 2.100, las panaderías irán actualizando según su decisión.
El precio actual sugerido es $ 1.800, por lo que esta suba significaría un aumento del 11%, aproximadamente.
Sumado a esto, se encuentran presionados en varios puntos del país por una caída de la demanda de hasta el 45% desde diciembre del año pasado, lo que generó que en los últimos días se hayan cerrado un total de 160 panaderías en todo el país, según un informe especializado del sector a nivel país.
Al ser consultado al respecto, Llanos agregó: “Es así la situación, lamentamos que se tenga que tomar esta decisión, porque nosotros como laburantes y comerciantes lo que buscamos es que la gente siga comprando, no que deje de venir a nuestros locales.
Por eso, fue una decisión muy compleja de tomar y de llegar a una cifra”.
Por otro lado, también explicó que otros productos, fuera de los panificados, aquellos dulces como facturas, medialunas, tortas, tartas y demás, implican más aumentos, por la materia prima como el azúcar y los huevos, más allá de que el harina todavía se ha mantenido.
Pero, seguramente, estos productos también tendrán un aumento próximamente.
