María Teresa Martínez de More tiene 71 años y vive junto a su esposo, Luis Ernesto More, de 81, en el barrio América del Sur de la Capital. Sus vecinos, en medio del pánico, llamaron a la Policía luego de que el techo de un habitación de su casa cediera. Afortunadamente, ninguno de los dos se encontraba en la vivienda en ese momento.
Cerca de las 9.20 de ayer, “Tere”, como le dicen sus vecinos, levantó su monedero y una bolsa, para dirigirse a comprar en un negocio de la zona. Mientras que su marido, a bordo de una bicicleta, salió a realizar un trámite personal. No había nadie en su casa, ubicada en calle Aconcagua al 248, del barrio América del Sur.
En la tranquilidad de la mañana, una fuerte explosión alertó a los vecinos sobre una tragedia. Salieron a la calle a ver qué sucedía y observaron el techo de la casa de los More que estaba en el piso. Una columna de arena y cemento se elevaba en el lugar.
En ese momento, en medio de la desesperación ya que pensaban que la pareja estaban descansando en esa habitación, los vecinos llamaron a la Policía y a los bomberos, a quienes alertaron que entre los escombros podrían estar las víctimas atrapadas. De inmediato, los uniformados se presentaron en el lugar.
Los “guardianes del orden” iniciaron las tareas de rescate. En ese instante, llegó a su casa Teresa, quien se sorprendió por el despliegue policial desarrollado. Hasta se había solicitado la presencia de ambulancias del Sease 107, en caso de necesitar la colaboración para asistir a las posibles víctimas.
Teresa manifestó a los uniformados que “era la dueña de la casa y que unos minutos antes, junto a su esposa, habían salido a comprar unas cosas para cocinar; por lo que aseguró que no había nadie en el inmueble. La Policía realizó los trabajos pertinentes.
“Gracias a Dios y a la Virgen, no nos pasó nada”, dijo Teresa
Conmocionada al ver el techo de su casa en el piso, en el sector donde dormían, María reveló pormenores del hecho.
“Hacía un tiempito que al ver las imperfecciones abandoné esa parte y me fui para la parte de atrás, hemos hecho una pequeña pieza y ahí nos refugiábamos. Para más seguridad, le dije a mi esposo ‘no duermo más ahí’”, dijo a Nuevo Diario Teresa.
Al tiempo, agregó: “Había salido a hacer las compras y mi esposo también salió, por lo que los vecinos fueron los que escucharon el ruido y la señora del frente llamó a la Policía. Gracias a Dios y a la Virgen, no nos pasó nada. Estamos bien. Ahora anduvieron los bomberos y la Policía para realizar las pericias”.
Finalmente, el ama de casa remarcó: “Toda la gente pensó que nosotros estábamos ahí. Qué te parece si hubiera sido a las dos o tres de la mañana, me muero del susto. La chica del frente corría de un lado a otro y golpeaba las manos, pero nadie los entendía. Pensaban que nos había aplastado el techo. Gracias a Dios no hemos estado. No nos pasó nada. Fue muy feo todo esto”.
