La reciente muerte de un allegado a la familia generó mucha pena en un niño de siete años de la ciudad de Beltrán, departamento Robles. El menor recordó la figura del finado en el seno familiar y comenzó a llorar desconsoladamente. En este sentido, le contó a su padre que el fallecido lo aconsejaba continuamente que se portara bien en la casa, que estudiara y que tratara de ayudar en los quehaceres hogareños para ser un buen hijo.
A pesar de la contención emocional de su padre por la congoja por quien ya no está, el menor proseguía llorando. En esa circunstancia, en medio de los abrazos de sus padres para consolarlo, el niño contó que uno de sus tíos le había “hecho malas palabras”. Seguidamente, ante la insistente pregunta sobre qué le hizo, el menor explicó que había sido abusado sexualmente por su familiar.
En medio de la contención emocional, la víctima contó que el hecho se produjo mientras él visitaba a su abuela. En ese domicilio se encontraba el sospechoso. Bajo engaños y aprovechando que estaban solos en forma circunstancial, el tío llevó al menor hasta el baño de la casa, donde se produjo el aberrante hecho.
El sujeto, antes de salir del sanitario, lo amenazó con que lo mataría si llegaba a contar lo sucedido en la casa de su abuela.
La víctima no recuerda la fecha exacta del abuso sexual; solo recuerda que era un día que hacía calor, por lo que se sospecha que podría ser en el verano. No obstante, todos esos detalles podrían develarse durante la Cámara Gesell que ya se está programando.
La denuncia generó la inmediata intervención de la Unidad de Abusos Sexuales de la Fiscalía de Banda y Robles, que ordenó varias medidas procesales.
