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Policiales #Investigación

Las medidas de seguridad, un punto clave, en el robo de las vacunas

Cuando el enfermero se retira, en las filmaciones, no se ve a los uniformados del Ejército Argentino custodiando el lugar.

Dante Díaz es el enfermero que fue filmado sustrayendo en una mochila dosis de vacunas contra el Covid-19. Fue detenido junto a su esposa, quien trabaja en el Call Center del Sease 107. Luego, “cayeron” dos enfermeros más que estarían vinculados con la investigación, porque trabajaban para Díaz y su esposa, en la “Pyme para vacunas” del barrio San Germés.

Díaz, de 42 años, quien se desempeñaba en el área de Inmunizaciones del Ministerio de Salud de la Provincia y su pareja, María Angélica Coronel, habían creado el año pasado un Consultorio de Enfermería del Sur (CES), que está ubicado en la manzana 19 del barrio San Germés de la Capital.

Díaz, Coronel y los otros dos detenidos, identificados como Fermín Ernesto Medina (53 años), residente en el barrio El Vinalar, y Omar Edgardo Véliz (42), con domicilio en el barrio Huaico Hondo, fueron imputados por los delitos de “hurto agravado y adulteración de sustancias medicinales (Art. 163, Inc. 5 y Art. 200 del Código Penal), en perjuicio del Estado provincial.

Según se desprende de la investigación penal preparatoria que lleva a cabo la Justicia santiagueña, el video que muestra el ardid delictivo de Díaz fue filmado el jueves último en horas de la tarde.

La Justicia se detuvo en el análisis de las imágenes rescatadas por la Policía, según revelaron fuentes ligadas con la investigación, las que corresponden a la “bóveda” del Ministerio de Salud de la Provincia, que debía estar celosamente custodiada por la presencia de las vacunas contra el coronavirus.

La tarea estaba a cargo de efectivos del Ejército Argentino.

En las filmaciones que están siendo analizadas se puede divisar al enfermero detenido salir del lugar con una mochila, donde llevaba las dosis sustraídas. Pero los investigadores no pudieron apreciar la presencia del personal del Ejército Argentino, quien está encargado de la seguridad.

Ante la situación, la Justicia solicitará el listado de las guardias que cumplían funciones en la “bóveda”; los responsables de los turnos y el personal a cargo, con fecha y horario; para poder establecer qué efectivos se encontraban cumpliendo servicio en el momento en que Díaz robó las dosis.

El mismo deberá brindar una explicación del lugar dónde se hallaba en el momento en que se produjo el robo y qué hacía en ese instante.

Cabe destacar que los efectivos del Ejército Argentino son quienes deben realizar la custodia de las dosis y controlar la distribución de los medicamentos contra el Covid-19.

Trascendió que los uniformados que debían encontrarse apostados en la “bóveda” tenían como fin identificar a cada una de las personas que ingresaban al lugar, recibir las órdenes de autorización y realizar un control estricto de las vacunas que salían del lugar, cumpliendo con el protocolo de seguridad correspondiente para no perder la cadena de frío que las mismas requerían para su traslado y utilización por el personal de salud.

 

 

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