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Opinión #Opinión

Mujeres

Cada mujer debe ser tratada por su Cargo. Se acabó la época de la discriminación.

Las mujeres han pasado un proceso histórico por el cual las han reivindicado y conseguido, en numerosos casos, la igualdad legal, política, profesional, social, familiar y personal que tradicionalmente se les había negado. Las mujeres se liberaron de una gran parte de la opresión que el patriarcado ejercía sobre ellas solo por ser mujeres.

 

Desde que ellas han entrado al mercado laboral existieron y existen diversas opiniones sobre cómo se deberían comportar y cómo debemos tratarlas. La regla es muy sencilla: se la trata y se comporta de acuerdo a su cargo. Ejemplo: Si un hombre pauta una negociación con una dama, debe tratarla de igual manera como si fuera a negociar con un hombre.

 

Hoy en día las entrevistas laborales, reuniones de trabajo, días especiales dentro de las organizaciones, se realizan en restaurantes. Si la empresa designa una mujer como anfitriona de algunas de estas situaciones, la dama invita (con el dinero de la compañía). Debe llegar 15 minutos antes de lo pautado para dejar la tarjeta de crédito corporativa en la caja. Si ya son clientes, solo se pide que envíen la cuenta a su oficina. Recuerde dejar asentando en la empresa que no la llamen, excepto urgencias.

 

Si tiene que pasar por el toilette, siempre lo hará antes de sentarse a la mesa. Eso evitará que se levante cuando todos comen.

 

Si algunos participantes no concurren a tiempo y otros sí, utilice ese tiempo para solicitar una copa de bienvenida.

 

Un gran truco para disimular jerarquías en estos tiempos progresistas es solicitar al mesero una mesa redonda. 

 

Si solo son dos, como está escrito universalmente, el invitado va a la derecha.

 

Si cuenta con dos invitados, el de mayor jerarquía se sentará enfrente de UD.

 

La pauta sutil para una dama a la hora de empezar hablar de negocios es comenzar por algún tema social e ir despacio llevándolos al tema que los reúne. Si suena su celular, debe pedir disculpas y solo si es importante, alejarse de la mesa para hablar.

 

No espere el postre para charlar EL tema o iniciar la negociación.

 

La sobremesa es un excelente momento para intercambiar tarjetas personales. Resulta muy elegante contar con una de un grosor importante. En las imprentas encontrará de todo tipo. 

 

Sería algo informal guardar contactos o e-mails en el celular. Téngalo en cuenta, sobre todo si el encuentro se realiza con personas de alta jerarquía. 

 

Una vez entregada la tarjeta personal, evite salir corriendo del almuerzo. Recuerde: pasos simples; pero bien definidos. La elegancia es lo último que se pierde.

 

A la hora de dejar la propina no acepte ningún peso de sus invitados y nunca deje monedas para no dar apariencia que es “lo que le sobra”, deslize suavemente un billete. 

 

Tenga presente, Ud. en estas situaciones es definida por su cargo en el organigrama, no por su género y está representando una compañía.

 

 

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