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Opinión #Opinión

Personas con (mejores) capacidades diferentes

Contrataciones laborales inclusivas: ¿Sabés cómo comportarte cuando tenés enfrente una persona con capacidades diferentes?

Algunos empleadores han puesto en marcha los programas de empleo inclusivo, que dan cabida, entre otras, a personas con diagnóstico de autismo y afecciones conexas como el trastorno de déficit de atención o el trastorno obsesivo-compulsivo; a menudo denominadas personas neurodivergentes. 

 

Motivados por el deseo de ser socialmente responsables y aprovechar las aptitudes y la capacidad de un grupo de talentos más diverso, un número cada vez mayor de directivos está creando modelos para hacer que las contrataciones en general sean más inclusivas.

 

Según el judaísmo, las personas con capacidades diferentes son consideradas almas especiales, están más elevadas y me permitiría decir que son mejores y admirables. Tienen sueños, vocaciones, metas y objetivos. Uds. se estarán preguntando: ¿Por qué Candela está escribiendo cosas obvias? Porque se vislumbra en la sociedad que la motivación de muchos empresarios por colgar el cartel de Responsabilidad Social muchas veces es “pour la gallerie” y el ego de su organización y cuando se enfrentan al momento de la contratación efectiva no saben cómo comportarse.

 

Antes que las personas contratadas empiecen el período laboral, sugiero que capacite a su personal sobre estas reglas de etiqueta, he visto mucha gente que por desconocimiento a como moverse, por ejemplo con una compañera en silla de ruedas, la ha lastimado sin quererlo con sus palabras.

 

Preguntá antes de ayudar, no des por sentado que te necesita. Si te parece que precisa de asistencia, pregúntale: ¿Cómo te puedo facilitar las cosas? ¿Cuáles son los pasos a seguir?

 

Nunca utilices términos peyorativos ni las etiquetas tales como “el discapacitado”, “el epiléptico”, etc. Evita expresiones del tipo: “con impedimentos físicos”. No lo trates como un héroe ni víctima, tampoco alejes de su espacio personal las herramientas que utiliza.

 

No tomes decisiones por las personas acerca de lo que pueden hacer o no. Recordar que ante la duda lo mejor es preguntar. Si nunca tomaste clases de etiqueta para tratar con una persona con capacidades diferentes, arregla con gente de confianza mutua para que colabore.

 

Cuando estés negociando con una persona con reducción en la visión, nunca salgas de la reunión sin avisar. Tampoco le presentes su oficina sin describir el entorno y sobre todo, nunca muevas objetos de su escritorio.

 

Cuando estés hablando con una persona con dificultad en el habla, tené paciencia. Nunca le completes la oración. Si tu interlocutor posee con dificultades en la audición, no exageres los movimientos de tus labios y estate atento de caminar sin darle la espalda, porque no podrá leerte los labios. Jamás escatimes dinero en contratar un intérprete en lenguaje de señas porque creíste que lo podrías entender. El intérprete debe sentarse o pararse al lado tuyo y de frente a la persona con dificultad auditiva. Y no mires sólo al intérprete. La mayor parte del tiempo debes enfocarte en la persona que contrataste. Háblale directamente.

 

Nunca empujes una silla de ruedas sin la autorización de su usuario. No te refieras a ella diciendo “está atado”. La silla de ruedas en realidad le proporciona movilidad e independencia.

 

Cuando los mandos altos y medios respetan las reglas de etiqueta, los empleados se sienten más cómodos y trabajan con mayor productividad. La práctica de estas pautas es para hacerlos sentir relajados y respetados.

 

La sociedad Argentina necesita aprender cómo comportarse ante personas con discapacidades diferentes o como yo las considero, personas con Mejores Capacidades Diferentes.

 

 

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