Cómo calificar la situación política y sanitaria del Paraguay, que de haber sido modelo de control sobre los efectos de la pandemia sobre la salud de la población ha pasado a encontrarse hoy inmerso en una crisis terminal de su sistema de salud. Con la inexistencia de vacunas contra el Covid19 y la falta de medicinas, insumos y camas disponibles en los hospitales públicos.
Hoy Paraguay ha pasado de ser ese modelo en la lucha contra la pandemia, a un centro de descontrol viral y sanitario conmás de 180.000 contagios y 4.000 muertos.
En este marco social, la violencia contra un gobierno al que consideran totalmente inoperante ha explotado con manifestaciones populares diarias. Todo esto sumado a una economía devastada por las sucesivas cuarentenas y en la que se analizan nuevas restricciones ordenadas por el gobierno que pondrán en peligro el trabajo de más de doscientos mil empleados, según las cámaras empresariales. Según el Banco Central del Paraguay la tasa de mora en el endeudamiento de las familias creció en un 70%. Asimismo acompañadas de las manifestaciones populares están también las protestas de los gremios médicos, de los enfermeros y de los parientes de enfermos que reclaman medicamentos y que se priorice la salud pública. Según denuncian se les dice a los enfermos que ante la falta de medicinas en hospitales públicos deben ir comprar los mismos en forma privada para así poder intentar salvar sus vidas; según lo relatado a la agencia de noticias EFE por parte de Lourdes Villalba, vicepresidenta del Sindicato de Trabajadores del Hospital de Clínicas en Asunción.
Todos estos problemas afirman en Paraguay, no deberían estar ocurriendo si no fuera por la mala praxis del gobierno, la corrupción y los errores cometidos por políticos improvisados que no saben gestionar y esto es lo que añade, por un lado más leña al fuego y por el otro una sensación de impotencia y estupor que se expresa en violencia callejera contra las instituciones políticas. Sumado a que el FMI le otorgó como préstamo al país U$S 274 millones de para la compra de vacunas.
Los críticos a la gestión del gobierno expresan que a un país de siete millones de habitantes solo han llegado 4.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V y una donación -no compra- proveniente de Chile de 20.000 dosis de la vacuna china Scinovac para el personal sanitario, según anunció el presidente del país trasandino Sebastián Piñera. Frente a este descontrol el Presidente Abdo Benítez destituyó durante la primera semana de marzo a su antiguo Ministro de Salud por, entre otros errores, haber enviado casi U$S7.000.000 dos veces a cuentas equivocadas de la Organización Mundial de la Salud para comprar las vacunas contra el Covid19 lo que impidió su adquisición. Y lo reemplazo por Julio Borba quien recalcó que estaban trabajando fuertemente para traer al país la mayor cantidad de vacunas posibles y que Taiwán había decidido ceder un cupo de dos millones de vacunas propias compradas a Astra-Zeneca en favor de su país.
Pero lamentablemente esta noticia también resultó ser falsa ya que fue desmentida el 17 de marzo de 2021 por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán que expresó en un comunicado oficial y firmado que no es cierto que esto se haya planteado; pero que seguirán ayudando a su mejor aliado en la región donando material médico, lo que sumó un componente más al escándalo de la mentira de las vacunas ya que el gobierno de Paraguay detallaba como compradas con dinero público esas donaciones recibidas desde el país asiático.
En el medio de toda esta tragedia sanitaria y de desaciertos políticos e institucionales, se conocía también la noticia que el Ministro de Relaciones Exteriores del Paraguay se había reunido con su par del Brasil al que solicitó unas cuarenta mil vacunas e insumos médicos y en la que Brasil había negado su suministro debido a que ellos las necesitaban primero para atender a su población, con lo que el Canciller Paraguayo tuvo que volverse con las manos vacías.
A todos estos problemas diversos analistas políticos sumaron que Paraguay nunca solicitó directamente a China la compra de vacunas debido a los vínculos comerciales y políticos que tiene con Taiwán y para no fastidiar a su gran socio comercial comprando de su archienemigo China continental. Situación que despertó aún más la ira e indignación de la población del país con estudiantes que se encadenaron a la casa de gobierno exigiendo la renuncia de todos los miembros del gobierno.
Además de un Juicio Político convocado de urgencia por los miembros de la Cámara de Diputados que se comenzó a desarrollar a últimas horas del miércoles 17 de marzo y con un mensaje del Papa Francisco a la población del Paraguay solicitando paz, calma y que la gente se abstenga de realizar actos violentos.
Mientras tanto en el Congreso se trata el juicio político al gobierno de Abdo que, aunque no prospere, dejará muy golpeado al oficialismo abriendo interrogantes de cuál será el futuro de este país que intentó ser un modelo de referencia; pero que cayó víctima de una idiosincrasia de menosprecio hacia el pueblo que los eligió. Mentalidad muy extendida en toda Latinoamérica y que atraviesa a todos los países sin discriminar partidos ni ideologías.
