Era la 1.30 de la madrugada de ayer. Un camionero —domiciliado en la ciudad santafesina de Rafaela— decidió hacer un alto en tierras santiagueñas para descansar y luego proseguir viaje hacia las provincias de Tucumán y Salta.
En el camión con acoplado transportaba en bidones de plástico productos (sulfato de cobre y agua oxigenada) para limpiar las cañerías de la fábrica de una conocida marca de gaseosa.
El camión se encontraba estacionado sobre la banquina de la Ruta Nacional 34, entre los kilómetros 581 y 582, frente a una estación de servicio de la localidad de Herrera, departamento Avellaneda.
En esa circunstancia, por causas que la Policía y los bomberos tratan de establecer, se generó un incendio en el acoplado. Los envases de plástico comenzaron a arder rápidamente.
Al advertir el siniestro y que el fuego era incontrolable, el camionero decidió desenganchar el chasis y ponerlo a salvo.
Las llamas “envolvieron” al acoplado y las “lenguas” de fuego generaron pánico en otros camioneros que estaban en la zona y en los empleados de la expendedora de combustible, ubicada a pocos metros.
El hecho generó la presencia del personal de la Dirección General de Seguridad Vial y de la Comisaría Comunitaria Nº 19, que solicitaron la presencia del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Añatuya, que logró sofocar las llamas y enfriar el acoplado, llevando un poco de calma a los testigos que seguían las incidencias desde lejos. No obstante, las pérdidas del acoplado y su carga fueron totales.
Peritos de Criminalística y bomberos realizaron pericias para determinar cómo y por qué se produjo el incendio, revelaron fuentes de la fuerza de seguridad.
