Numerosos sectores sociales, sobre todo los ligados a la salud, reclamaron que desde el mes de diciembre, el Comité de Emergencia local no se reúne, ya que la mayoría de quienes lo componían se retiraron del mismo en desacuerdo por la forma en que el intendente Héctor Ibáñez dispone en soledad cualquier medida.
En los últimos cinco días se registraron en la ciudad de Añatuya casi cuarenta casos, siendo uno de los porcentajes más altos de la provincia, sin que existan controles ni medidas desde el Comité de Emergencia, precisamente por falta de constitución del mismo.
El comité estuvo integrado al principio de la pandemia por representantes de la intendencia, del hospital zonal, bomberos voluntarios, fiscal, Cámara de Comercio y dos médicos, que a la vez son concejales de la ciudad, pero por lo que consideraron una falta de respeto del intendente, se fueron retirando todos los representantes de las distintas instituciones, quedando hoy solo reducido al arbitrio del intendente el manejo de la pandemia, lo que a las claras muestra la falta de eficacia.
En diálogo con el Mutimedio Nuevo Diario-LV11, el doctor Hugo Suárez, quien es médico y presidente del Concejo Deliberante, sostuvo que “esta situación me preocupa, es un aumento muy importante de casos y si dejamos la responsabilidad del manejo de la pandemia a los ciudadanos, seguiremos teniendo estos resultados cada vez peores y más preocupantes, ya que debe ser el Comité de Emergencia el que trace los lineamientos de las políticas en este sentido, pero el Comité de Emergencia no existe y es el intendente el que decide solo, sin tener en cuenta que 50 ojos miran mucho más que dos”.
Al ser consultado sobre el porqué de la peligrosa disolución del Comité de Emergencia, el doctor Suárez dijo que “se debe a la falta de respeto por parte del intendente hacia los que lo constituíamos, ya que nos enteramos por los medios las determinaciones, porque no nos daba información ni jamás pedía nuestra opinión, al punto que en los últimos tiempos jamás fuimos ni siquiera invitados a las reuniones”.
La soberbia demostrada en muchas de las acciones de Ibáñez, hoy han sumido a la ciudad en una peligrosa curva ascendente de casos, que pone en riesgo no solo al comercio local, sino a cada uno de los vecinos que ve con preocupación cómo la gente que sabe de salud y debería marcar el rumbo de la situación, fue excluida de esas funciones y quien toma la determinación es Ibáñez, una persona que jamás estuvo en relación con la parte pública y mucho menos con la salud, por lo que solicitan a las autoridades provinciales que arbitren los medios para brindar asistencia especializada que ayude a disminuir la creciente curva y se controle la realización de numerosas fiestas clandestinas y otras legalmente autorizadas por el Municipio a funcionar, que se han convertido en foco de contagio que han llevado a la ciudad de Añatuya a registrar 15 casos en el mismo día en que ciudades como Santiago o La Banda registran 30, con una población muchas veces superior.
