Frío, sin arrepentimiento y en silencio, Jorge Vidal Fecha se sentó ante el fiscal Santiago Bridoux y, tras escuchar las acusaciones que pesan en su contra, decidió “mantenerse callado”. No declaró. No contó detalles de lo que pasó ese fatídico día cuando asesinó a su exsuegra y a su expareja.
Vidal Fecha es un peón rural de 29 años, residente en el barrio El Porvenir. Se presentó en la Comisaría Comunitaria 22 de Monte Quemado —departamento Copo— empuñando una escopeta calibre 16 milímetros que le había prestado un vecino. El arma, que había sido pedida el fin de semana último por el jornalero a su vecino para “ir a cazar”, fue usada cerca de las doce del mediodía del lunes por el homicida.
Llegó a la casa de su exsuegra, Felipa Antonia Correa (39 años) en el barrio El Porvenir. Le preguntó “Dónde está Yéssica” y luego, tras la respuesta de que “está en la casa de una amiga”, se retiró. Al cabo de diez minutos, Vidal Fecha regresó al inmueble y le disparó en el pecho con la escopeta. Felipa estaba cocinando en la galería e ingresó malherida a la casa. Falleció antes de ingresar al hospital local.
Luego, el homicida se dirigió adonde estaba Yéssica Viviana Palma (23). La encontró junto a su hijo, charlando en la vereda de la vivienda de una amiga. Mantuvieron un cruce de palabras y luego le disparó con la escopeta. Yéssica, ante la mira de su hijo de 2 años, se desplomó en un charco de sangre y murió. El femicida se presentó en la comisaría, donde se entregó.
Al día siguiente, los efectivos de la División Homicidios Banda realizaron un allanamiento en la vivienda donde Jorge y Yéssica convivieron junto al hijo que tienen en común, hasta el 30 de diciembre del año pasado. Ese día, la pareja —tras mantener un cruce de palabras y luego de que el jornalero golpeara a la joven— decidieron separase. Yéssica volvió a la casa de su madre, mientras que el agresor quedó residiendo solo en el lugar.
Los detectives realizaron una minuciosa inspección en la vivienda. Encontraron un santuario a San La Muerte en el ropero de la habitación de Jorge.
En el macabro santuario había una bolsa que contenía pochoclos y un vaso de vidrio que era usado como ofrenda. Además, se encontró un libro de San La Muerte con estampitas e imágenes del santo.
Había una ofrenda en un libro de San La Muerte con fotografías de Yéssica, cintas blancas y rojas, serpentinas y velas de colores. En medio de la escena terrorífica con la que estaba conviviendo Jorge Vidal Fecha, los investigadores encontraron un plato con cebo de vela blanca y frente de éste una fotografía de “Yéssi”.
A su alrededor había frascos que contenían inscripciones con la palabra “amarre”. El femicida habría pasado la noche rezando a su santo, mientras realizaba un ritual pidiendo que “Yéssica regresara con él”. El asesino habría realizado varias ofrendas a San La Muerte para “recuperar” el amor de su amada, quien lo habría dejado luego de que la agrediera físicamente el mismo día de su cumpleaños —el 30 de diciembre—. En la requisa de la propiedad, los efectivos además encontraron otros recipientes con la inscripción “lava casa”.
Jorge Vidal Fecha estaba convencido de que, a través de sus ofrendas a su santo pagano, iba a recuperar el amor de Yéssica, por lo que desde el día de la separación decidió comenzar a realizar los rituales de amarre, pero con resultados negativos hasta el día del crimen.
El homicida, al igual que mucha gente, recurrió a este tipo de ritos o a personas que practican este culto esotérico, bajo la creencia de atraer a la expareja para reiniciar la relación sentimental, “amarrándola” o reteniéndola “de por vida”.
“Dios las tenga en su Gloria”
La muerte de Felipa Correa y de su hija Yéssica Palma, en manos de Jorge Vidal Fecha conmocionaron a la ciudad de Monte Quemado y a la provincia, por la violencia en la que sus vidas quedaron truncadas.
“Descansa en paz tía que brille esa luz sin fin... Solo le pido a Dios que les dé fuerzas a tus hijos que te aman”, escribió en su Facebook Sandra (sobrina de Felipa). Mientras que despidió a su prima: “Descansa en paz prima. Qué dolor nos dejaste mi loquita... Te voy a extrañar enana”.
Por su parte, Exequiel —hijo de Felipa y hermano de Yéssica— escribió: “Dios las tenga en su Gloria. Esperamos que se haga justicia y que el responsable pague por lo que les hizo”.
Los mensajes de aliento para la familia de las víctimas se multiplicaron.
Sentado en el banquillo de los acusados por los crímenes
Luego de abstenerse de declarar ante el fiscal Santiago Bridoux, quien lleva a cabo las pesquisas pertinentes sobre los pormenores del doble femicidio de Yéssica y de su madre, Felipa; Jorge Vidal Fecha se sentó en el banquillo de los acusados nuevamente.
El peón rural, imputado por el supuesto delito de femicidio en perjuicio de su expareja, Yéssica y de homicidio, en perjuicio de su exsuegra Felipa, fue sometido a una audiencia de conversión de aprehensión en detención, por lo que continuará detenido por el lapso de 15 días.
Durante la audiencia, el fiscal Bridoux dio a conocer cada una de las evidencias que se logró recabar hasta el momento; las testimoniales recibidas y los informes tantos forenses como de la Policía Científica de los procedimientos realizados.
El juez de Control y Garantías de Copo convalidó la aprehensión y la convirtió en detención, por el lapso de 15 días. En tanto, legalizó las pruebas y evidencias recabadas por el fiscal Bridoux, en el marco de la investigación del hecho.
Por otro lado, se dio intervención en la investigación al personal de la Subnaf y de la Fiscalía de Género para comenzar a brindar asistencia al niño de 2 años, quien es hijo de Yéssica y habría presenciado el bru-tal crimen de su madre de parte de su padre, en la vereda de la casa de una amiga cuando estaban charlando.
Por último, se ordenó una serie de medidas judiciales a seguir las próximas horas por los investigadores del hecho.
