Natalia Patricia Vidal es una joven de 34 años, quien lleva adelante un emprendimiento de pastelería llamado Cerezo, con el cual participó y ganó el espectacular concurso de Nuevo Diario, el cual otorgó como premio el diseño de la gráfica y una importante campaña de difusión a través de las redes sociales de Nuevo Diario.
“Estoy muy agradecida de haber podido ganar este concurso. Mi emprendimiento es algo que recién está dando sus primeros pasos y como tal la difusión y el conocimiento del mismo, que pueda abarcar a mucha gente es fundamental y por lo tanto me alegró mucho”.
Natalia contó a Nuevo Diario que muchos de los productos que elabora son realizados por pedidos, pero también se pueden elegir algunos que son realizados de manera constante.
“La pastelería es algo que me gustó desde chica. De hecho siempre en mi familia era la encargada de hacer las tortas. Con el tiempo me decidí a estudiar y me recibí de panadera y pastelera. Eso, por supuesto, que determinó mucho de lo que tiene que ver con encarar este proyecto”, expresó Natalia.
Cabe recordar que para ser parte de este gran concurso, los participantes, que llegaron a cientos, debieron seguir las cuentas oficiales de Facebook, Twitter e Instagram del Multimedio, donde dejaron sus tres últimas cifras del DNI. El concurso tuvo amplia repercusión en las redes sociales y se destacó también lo novedoso del premio y la visión de ayudar a los pequeños emprendedores, en el actual contexto de pandemia.
Además de la alegría propia de haber resultado ganadora del concurso, Natalia resaltó que este premio sirve como un incentivo para el emprendimiento de pastelería que lleva adelante junto a su pareja. “Mi pareja me ayuda mucho en lo que es el emprendimiento y esto es algo también que reconforta. Poder uno visualizar sus proyectos y ver que se van llevando a cabo, de manera lenta, pero con la convicción y el orgullo de saber que uno hace lo que ama. Y, en este sentido, este concurso rescata eso. Por eso es que estoy muy agradecida”, remarcó Natalia.
“Nos han halagado mucho por el lemon pie o el brownie”, confesó Natalia sobre el desarrollo de su negocio.
“Mi sueño es poder, algún día, abrir mi propio local y ampliar lo que es el rubro de la pastelería”, cerró muy feliz y a modo de proyección.
