La Chilindrina fue uno de los personajes más entrañables de El Chavo del 8. La serie alcanzó rápidamente una fama internacional que se extiende hasta el día de hoy, cuatro décadas después de que se dejara de producir. La reconocida actriz María Antonieta de las Nieves, abrió su corazón en “La Radio de los Santiagueños” y contó cómo nació el personaje con el que recorrió el mundo entero.
La misma comenzó diciendo; “Un saludo inmenso para toda Argentina y para Santiago del Estero que tanto lo quiero, cuando fui me quede encantada con todos ustedes”.
Con el humor que la caracteriza contó cómo nació la Chilindrina; “Nace como todos los niños nacen y yo nací en la cocina, en la parte de atrás porque le gano el parto a mi mamá y así nací (En la famosa vecindad)”.
En cuanto a la serie explicó “Nunca nos imaginamos, ninguno de nosotros, que el programa iba ser tan visto, que a la gente le iba gustar tanto, que unos niños pobres de una vecindad, como cualquier otro de México se iban llevar el corazón de la gente. Que nosotros nos íbamos a quedar en el corazón de todos ustedes. Cada vez que íbamos a trabajar en cualquier parte de Sudamérica, era una locura, fue el amor reciproco de esas personas, tanto que nos sentíamos parte de la familia, nos sentíamos argentinos, como nos hubiera gustado que ese programa se hubiera hecho allí y no haber salido de Argentina nunca, porque amamos todo el país”.
Al ser consultada sobre cómo era su vida personal en cuanto a la fama que se generó tras el programa dijo; “Era tan agradable sentir que toda la gente nos quería, que nos olvidábamos de nosotros mismos. Realmente a mí nunca me ha afectado ser la Chilindrina, el hecho de que yo quería conocer a la gente, que me hablaran de ellos así como ellos querían saber de mí, quería saber de ellos, saber cómo vivían, cómo era su vida cotidiana, qué era lo que le gustaba comer, qué les gustaba hacer aparte de ver el programa. Y no podía porque lo único que quería la gente en un hotel era tener nuestra firma”.
En el mismo sentido agregó; “Hay mucha amor en esta historia y tal vez haya cosas que yo no existan. Por ejemplo el primer autógrafo creo haberlo dado hace 50 años y ese papel ya no debe existir, un disco mío que ellos compraron hace 45 años si existe todavía porque tiene una foto. Cuando yo me empecé a sacar fotos al público hace 30 años, que la gente se esperaba al final del show para sacarse fotos conmigo. Muchas personas en aquella época tenían 4 o 5 años, ahora ya son abuelas, imagínense como una señora de 50 años que son abuelas y me hacer llegar fotos conmigo de cuando ella tenía 5 años, es maravilloso. Eso de las fotografías me ha llegado hasta el alma porque si las conservan, eso sí está vigente, eso es parte del alma de cada persona, lo que está impreso en la fotografía y es algo muy hermoso, yo soy muy feliz y hubiera querido tener una foto con esas personas para yo acordarme, porque ellos se acuerdan de mi pero yo me he sacado tantas que sería imposible acordarme de todo y como la de esa niña que ahora ya tienen 50 años”.
Por otra parte habló de su infancia que en nada de se parecía a la de su personaje; “María Antonieta de las Nieves y la Chilindrina de niñas, no se parecen en nada, porque la Chilindrina ha tendido un infancia de 50 años y María Antonieta no ha tenido infancia. María Antonieta se crio en la tienda de sus papás porque eran comerciantes entonces los comerciantes se llevan a sus hijos desde muy bebes a las tiendas para poder cuidarlos, ya cuando van a la escuela, los llevan a la escuela, luego los recogen a la tarde y los niños se la pasan en la tienda de sus papas y eso me paso a mí”.
En ese aspecto destacó; “Mi infancia me la pase en la tienda de mis papás y después en una academia de baile que había junto a la tienda. Empecé a estudiar baile porque quería ser bailarina, buscando maestro voy a la academia de Andrés Soler, que es un actor sumamente famoso en México, era una actor español que hizo toda su carrera en nuestro país. Esa academia era para hacer actores, niños actores, jóvenes actores y hombres adultos que querían realizar la carrera de actores y actrices. En materia seria casi siempre dramático y me la pase primero en la tienda de mis papás, luego en la academia de Andrés Soler, luego haciendo doblajes para las películas mexicanas. Yo me la pasaba haciendo doblajes y tenía amigos grandes de edad, entonces yo no tuve infancia. Pero gracias a Dios que mi infancia me duro 50 años, no la tuve cuando debí tenerla pero si la tuve con la Chilindrina. Era mi vida el trabajo y conocí grandes actores y grandes maestros, era mi vida estar bailando también”.
