Nuevos enjambres de langostas del desierto se están formando en la costa norte del Mar Rojo mientras que grupos de adultos en otras zonas de Yemen ya han devorado cosechas, amenazando los medios de vida de agricultores y pastores, alertó este viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
La voraz plaga ha acabado con los cultivos en muchas áreas del país y complica todavía más la situación de millones de personas que ya pasan hambre tras años de conflicto. Las langostas del desierto atacan los cultivos de rábano, cebolla, sésamo, berros e incluso dátiles y palmeras, lo que resulta en pérdidas significativas para los agricultores.
"Las langostas se comieron todo en cuatro días. No dejaron nada excepto los palos”, afirmó Hussain Mohamed Abdullah Al-Zubaidi, agricultor de Ar Rudud Village, en la provincia de Tarim, precisa la ONU en su página oficial.
La FAO está apoyando al Ministerio de Agricultura y Riego de Yemen y ha provisto más de 14.850 litros de plaguicidas y capacitado a 393 equipos de campo. Desafortunadamente, no todas las áreas del país son accesibles principalmente debido a la situación de seguridad, dando a las langostas el tiempo y el espacio para la reproducción.
