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Cristian Varas, pintura, murales y arte entre Santiago, Clodomira y La Banda

El arte de Varas es multiforme y cambiante, se nutre de lo autóctono, lo nuestro.

Agrandar imagen Su pintura llena de vitalismo y emociones, esas características que hacen que aquel pequeño Cristian trascienda en el arte local con una poética muy personal, al estilo Cristian Varas.
Su pintura llena de vitalismo y emociones, esas características que hacen que aquel pequeño Cristian trascienda en el arte local con una poética muy personal, al estilo Cristian Varas.

Cuando Cristian Varas nació en la ciudad Capital y comenzó a desandar territorio santiagueño entre Capital, Clodomira y La Banda, nadie se imaginó que ese nene se convertiría, sin lugar a dudas, en uno de los artistas plásticos que marcan tendencia, no solo en el conglomerado urbano Banda-Santiago, sino también a nivel provincial.

Sus primeros años transcurrieron en un triángulo geográfico “desarrollé toda mis primeros tres años en Clodomira, luego gran parte de mi niñez, adolescencia y mi adultez en la ciudad de La Banda”. Actualmente, reside en el Bº Ramón Carrillo de la ciudad Capital, por designios del destino volvió a la ciudad que lo vio nacer, pero sin dudas su corazón se fusiona con la “Capital de la Alfalfa” y la “Cuna de Poetas y Cantores”.

Cristian se forjó como un niño independiente, con carácter, despuntando su pasión entre dibujos, pinturas y lienzos desde pequeño: “Comencé copiando los dibujos de mamá y mi hermano, me gustaba dibujar desde que era un niño.”

“Luego comencé a crear mis propias historietas”, narró aquel niño disfrazado de adulto que soñaba personajes beligerantes y héroes con poderes sobrehumanos.

Nacer en Santiago del Estero influye, la tradición se mama desde niño y su abuelo fue el encargado, entre mitos y leyendas de alimentar el mundo imaginario del pequeño Cristian: “Tuve a mi abuelo que me contaba las historias de nuestro pago, eso ayudó a imprimir lo autóctono en mis primeras obras”.

Docente desde los diecinueve años, Cristian comenzó a desandar el camino de la enseñanza. Pero no fue hasta terminar de cursar el profesorado de dibujo el reencuentro con su primer amor, la movida cultural. Eso volvió a avivar la llama que nunca se apagó en su ser: “Me encantan los murales, comencé en 2012 con los murales, de hecho tengo una serie de murales de mitos y leyendas de la ciudad de La Banda. Desde allí nunca paré”.

Su obra trasciende todo tipo de edades y clasificaciones. Vasta y diversificada, supone una nueva forma de expresión en la producción artística local y también interprovincial: “Tuve la posibilidad de exponer en lugares como el Salón Azul del Congreso de la Nación, viajar por todo el país, observar lo icónico de los lugares es fundamental para empezar a pintar”.

Innovador, y de una brocha impecable con un talento ‘made in La Banda’ refleja ese mote de la ciudad que está de Santiago hacia el este cruzando el río Dulce, como dirían Los Manseros en sus letras: “Hay una necesidad de expandir la pintura local, darles posibilidades a los artistas locales de mostrarse”.

El arte de Varas es multiforme y cambiante; se nutre de lo autóctono, lo nuestro, también del pasado y del presente y de diversos objetos cotidianos para crear sus obras: “He creado la muestra de sillas intervenidas, estamos en plena actividad en esta pandemia, es la primera muestra virtual de este tipo en toda la provincia, desarrollamos esta exposición con más de veinticinco artistas, la pandemia no nos hizo quedar quietos, al contrario, tengo más proyectos aún, estoy trabajando mucho”.

La mezcla y combinación de todos los estilos desarrollados a lo largo de su trayectoria que continúa en constante crecimiento hacen que su producción se traduzca en un constante flujo de creatividad y tendencias.

Con el paso de los años, ya experimentado una evolución en su técnica destaca el mundo del arte intentando representar las tensiones de un arte bandeño enrolado en las vanguardias nacionales. Un pintor que pasó desde La Banda a la provincia como un tren sin frenos, arrollando las fronteras del arte en Santiago del Estero y abriendo nuevos e innovadores caminos creativos.

Al revisar su exiguo archivo, sus dibujos, sus retratos, la vida en la naturaleza autóctona de nuestro pago y sus paisajes, se puede apreciar su calidad y empuje.

Su pintura llena de vitalismo y emociones, esas características que hacen que aquel pequeño Cristian trascienda en el arte local con una poética muy personal, al estilo Cristian Varas.

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